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Tu actitud y tus finanzas

Tu actitud es vital para tu final económico.  Por supuesto, una actitud positiva no es lo único que tú necesitas para prosperar.  No se trata de ser positivo y pensar que por el positivismo que tienes vas a vivir financieramente como Dios quiere que tú vivas.  Hay quienes tienen una buena actitud, pero no cumplen con otras disciplinas, cosas que son necesarias; pero hay otros que ahorran, trabajan, luchan, se esfuerzan, pero ciertas cosas que suponen progreso, se convierten en retraso, todo por una mala actitud.  Una mala actitud te puede hacer perder un tiempo de favor y gracia; un coraje, negatividad, puede hacer que pierdas una oportunidad, que tomes decisiones erróneas en momentos importantes de tu vida financiera, alejándote de alcanzar el plan de Dios para ti.

Tus actitudes, al igual que tus emociones, tú tienes control sobre ellas.  Nadie más es responsable de tu actitud.  Quizás alguien te provoca, pero tú eres quien decide cómo reaccionas, si entiendes que eres tú quien tiene el control sobre tu actitud.  Si no tienes control sobre tu actitud, o si así lo piensas, entonces te conviertes en víctima de la gente a tu alrededor.

¿Por qué es tan importante tener la actitud correcta para prosperar?  La actitud dicta tu respuesta al presente y determina así la calidad de tu futuro.  La actitud te ayuda a crear tu mundo en este momento y a diseñar el futuro que deseas.  En Puerto Rico pasamos el huracán María, pero lo más importante es la actitud con la que enfrentamos cada reto que trajo consigo.  No es el huracán, no es el problema el que determina tu futuro; tu actitud en este momento es la que va a dictar tu respuesta al presente, determinando la calidad del futuro que tú vas a tener.

Una de las peores actitudes que vemos en gente que nunca prospera y progresa en su vida es la resistencia a la corrección.  Hay quienes pierden todo su futuro por esto, por no aceptar la corrección que se le da en un momento dado.  Tienes que aprender a recibir corrección, a buscar corrección.

“ Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra.”  Proverbios 13:18

Ser pobre no te debe dar vergüenza, pero ser pobre por no tomar consejo y no hacer lo que tenías que hacer, eso da vergüenza.  Muchos, no cambian esta actitud en su vida, se vuelven altivos, fracasan y pierden el futuro financiero que Dios tiene para su vida.

“  Hombre necesitado será el que ama el deleite, Y el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.”  Proverbios 21:17

El que ama el deleite, el que busca placeres, el que es indulgente, será hombre necesitado.  Tienes que tener el control de saber que no puedes buscar el placer que algo te da en un momento porque vas a perder tu riqueza. 

“  No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.”  Éxodo 20:17

Codicia no es tan solo tener envidia; la codicia te lleva a tomar acción para quitarle lo que esa persona tiene.  Como creyentes, tenemos que aprender a celebrar las bendiciones que Dios les ha dado a otros, a disfrutar que Dios ha bendecido a tanta gente.  La envidia es producto de reconocer que otra persona tiene algo que tú quieres.  Un poco de envidia te puede llevar a aspirar a algo más grande.  No se trata de que te tornes en envidioso, llegando al punto de codiciar.  Cuando una persona codicia, busca quitarle al otro lo que tienes, o busca provocar que lo pierda; ese es el problema.  Así hay gente en el mundo; visten la codicia de justicia; como no lo pueden tener, que otro tampoco lo tenga.  La persona que cae en codicia, entra en cosas totalmente erróneas.

La persona que persigue a las riquezas en vez de permitir que las riquezas le persigan.  Las riquezas, el dinero es algo hueco, vano en sí mismo; la persona que persigue riquezas por meramente perseguirlas, termina en un gran vacío, en dolor y amargura.  En tu corazón, lo que debes perseguir es a Dios y a su reino, entendiendo que estas cosas se nos van a añadir.  No es que no tengamos necesidad de esas cosas, no es que no las deseemos, pero la persona que las busca, vivirá siempre en insatisfacción porque la pregunta es entonces cuánto dinero será suficiente para sentirse bien consigo mismo, para alcanzar su felicidad.

“ Se apresura a ser rico el avaro, Y no sabe que le ha de venir pobreza.”  Proverbios 28:22

La persona que persigue la riqueza por perseguirla, llega a pobreza.  ¿Por qué?  Porque es pobre en su espíritu, en su interior; y esa pobreza, eventualmente, la va a manifestar en todo lo que tiene.

Fuente:
pastor Otoniel Font | Puerto Rico

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