Tu actitud de acción de gracias en tu vida de oración, tiene grandes beneficios para tu vida:
Te libera del temor. Tu acción de gracias te elimina la ansiedad, el temor; Y tú no puedes recibir de Dios en ansiedad y temor; Él no trabaja con afanados.
“6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6
Pensamos erróneamente que, si no podemos hacer nada con algo, debemos ponernos ansiosos, porque así demostramos que nos importa. Dejas salir a tu hijo, lo llamas y no contesta, y te pones ansioso porque piensas que estar tranquilo en una situación como esa te hace irresponsable; Pero, sin darte cuenta, estás sacando a Dios de la ecuación. La Biblia dice que la paz de Dios sobrepasa todo entendimiento, porque tú mismo no entiendes cómo puedes estar tan tranquilo con lo que está pasando; Pero, cuando eres agradecido, aprendes a depender tanto de Dios, que pase lo que pase, tú permaneces en paz.
“41…Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.” Juan 11:41b-42
Los que estaban preocupados, eran los que estaban alrededor. Jesús había declarado: Esa enfermedad no es para muerte; Así que él ata a Lázaro a esa palabra, pero Lázaro muere. Y Jesús se conmueve, no por la muerte de Lázaro, sino por la incredulidad de aquellos alrededor; Él estaba tranquilo; Sabía que Dios siempre le escucha. ¿Cómo puedes tú tener esa seguridad al punto de dar gracias, mientras Lázaro está muerto? El agradecimiento te quita el miedo a tus circunstancias, y te dice que ese no es tu final. Cuando quitas de tu mente la ansiedad, la preocupación, el temor, te preparas para el verdadero milagro.
Aprende a estar tranquilo, aun cuando las cosas empeoren. Tu acción de gracias elimina el miedo, el temor, la ansiedad; Te recuerda que Dios lo hizo ayer, y si lo hizo ayer, Él lo va a hacer hoy; La paz que sobrepasa todo entendimiento llega a tu vida, no caes en la preocupación que caen otros, vives en otro nivel mental; Tomas autoridad sobre tus pensamientos, y lo que mueve y conmueve al mundo, a ti no te mueve.
Te prepara para algo más grande. Esto es, cuando eres agradecido –no cuando estás agradecido. ¿Cuál es la diferencia? Lucas 17 dice que Jesús mandó diez leprosos donde el sacerdote; De camino, los diez fueron sanados, pero uno solo regresa y da gracias. A ese, Jesús le dice: Tu fe te ha salvado. La versión en inglés dice: You have been made whole. “Has sido hecho completo.” Esto lo que implica es la restauración total de lo que se había perdido. Esta misma expresión Jesús la dice a la mujer que toca el borde del manto del Maestro y quedó sana. Cuando ella se atreve a descubrir ante todos cuál era su condición pasada y que su fe la había sanado, Jesús le dice: Tu fe te ha salvado. La primera fe, la hizo sana; La segunda, salva. Porque hay quien recibe el milagro en secreto, pero hay quienes se atreven a descubrir su fe delante de todos y declarar lo que Dios ha hecho en sus vidas. Los diez leprosos recibieron sanidad, pero solo uno recibió salvación, no por estar agradecido, sino por serlo; Probablemente todos lo estaban, pero solo uno lo fue.
Muchos están agradecidos con Dios, pero no son agradecidos. No diezman, no ofrendan, no van a la iglesia, no oran. Hay quienes están agradecidos por estos mensajes, pero no son agradecidos. Tus hijos dicen estar agradecidos, pero necesitan serlo; Porque estarlo guarda tu corazón, pero serlo te prepara para algo más grande. No hay tal cosa como ser agradecido, sin acciones que lo muestren; Y ahí es que muchos fallan. De la misma manera que una persona se preocupa para sentirse responsable, hay quien dice estar agradecido para calmar su mente y no sentirse culpable; Pero no se trata de estar, sino de ser.
Los diez leprosos pidieron ser sanos, pero uno fue salvo sin pedirlo. El tú ser agradecido pide por ti, demanda por ti, abre puertas en tu vida que para otros no se abren. Con tu acción de gracias, siembras en el mundo espiritual. Y, cuando tú vas a orar, tú tienes que estar seguro que tu semilla está bien plantada. Cualquiera puede recibir bendición por leer este mensaje; Pero tú no sabes lo que Dios tiene reservado para ti – y no es lo mismo – si tú hoy tomas una actitud mental, física y espiritual de agradecimiento, y dices: Señor, ¿qué tienes para mi vida? Es totalmente diferente; Sin pedirlo, algo Dios tiene que tener reservado para tu vida de manera especial.
Muchos quieren vidas de oraciones efectivas y piensan que se trata de vidas de oraciones kilométricas; Pero tu actitud demuestra más que tus palabras. El tú separar tiempo diario para esta lectura, le dice tanto a Dios que, sin pedir nada, Él tiene algo reservado para ti. Ni la mujer de flujo de sangre ni el leproso pidieron un milagro extra; Lo recibieron por su acción de gracias, por reconocer, por ser agradecidos.
Pasa de estar agradecido a ser agradecido. Que tus acciones verdaderamente demuestren tu agradecimiento. Actúa sin pedir nada a cambio; Deja que tu agradecimiento pida por ti; Y, cuando tu acción de agradecimiento pide por ti, pide mejor de lo que tú puedes pedir.
Tú vas ante Dios pidiendo algo, pero el extra lo alcanzas con tu actitud.