Abriré ríos en las alturas desoladas, y manantiales en medio de los valles; transformaré el desierto en estanque de aguas, y la tierra seca en manantiales. Isaías 41:18
Me vi involucrado en una visión en la que el Señor me mostró un desierto bastante grande con una sección de tierra extremadamente seca. Mis sentidos estaban súper agudos en la visión e, inmediatamente, detecté que no había nada de humedad en la atmósfera, lo que me hizo sentir el calor insoportable. No hay palabras para transmitir con precisión el intenso calor que sentí por el sol abrasador. A pesar de mi malestar, me llamó la atención una vista inesperada e inusual. ¡Un géiser explotó repentinamente en medio del desierto! El agua que brotaba comenzó a desbordarse e inundar el desierto. Entonces el Señor me habló y dijo: “Dile a Mi Pueblo que Mi gloria está a punto de estallar e inundar las zonas secas de sus vidas. Y aunque se han enfrentado a pruebas de fuego insoportables y han sentido el calor de la batalla, ahora llegan las inundaciones de Mi bondad en proporciones inesperadas, inusuales y desbordantes. Yo he escuchado su clamor por la abrumadora intensidad de sus batallas. Sin duda verán y abrazarán la manifestación de Mi bendición torrencial”
Tomen en cuenta que después de que el gran juez de Israel, Sansón, tomó 300 zorras, las emparejó, ató antorchas entre sus colas, y las envió a quemar las cosechas de los filisteos, llegaron 3.000 hombres de Judá y lo ataron firmemente. para entregarlo a los filisteos. Una cosa es enfrentarse a la oposición de un enemigo externo, pero otra cosa cuando se trata de una relación interna.
Sansón experimentó el aguijón de la traición de los mismos que Dios lo había llamado a dirigir y liberar. Sin embargo, algo dentro de él no lo dejaría pelear. Fue el llamado y la unción de Dios lo que le fue impartido. Fue llamado a luchar, a la guerra y a liberar a los cautivos de la mano de sus opresores. Dios también ha hecho un depósito dentro de ustedes. Hay un mandato del espíritu de no renunciar a lo que está sobre su vida. Consideren todas las veces que trataron de tirar la toalla, sin embargo, el Espíritu Santo los siguió empujando para que continuaran. ¿También ustedes, como Sansón, están experimentando el mordisco de la traición y el dolor del rechazo? Si es así, no se desanimen, están a punto de ser revividos, renovados y empapados de Su gloria. No ha terminado para ustedes. Dios tiene la última palabra. Él ya ha creado una vía de escape para ustedes.
Jueces 15:14-15 Al llegar él a Lehi, los filisteos salieron a su encuentro gritando. Y el Espíritu del Señor vino sobre él con poder, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado con fuego y las ataduras cayeron de sus manos. 15 Y halló una quijada de asno fresca aún, y extendiendo su mano, la tomó y mató a 1,000 hombres con ella.
Cuando Sansón se encontró en esta gran lucha, la unción vino poderosamente sobre él. Muchos de ustedes se han encontrado en grandes luchas, el enemigo está gritando sus mentiras y regocijándose por su derrota, prepárense para que el poder sobrenatural del Espíritu Santo venga sobre ustedes. Las cuerdas que el enemigo usó para atarlos ahora se están convirtiendo en un gran testimonio de avance.
Jueces 15: 18-19 Después sintió una gran sed, y clamando al Señor, dijo: «Tú has dado esta gran liberación por mano de Tu siervo, y ahora, ¿moriré yo de sed y caeré en manos de los incircuncisos?». Y abrió Dios la cuenca que está en Lehi y salió agua de ella. Cuando bebió, recobró sus fuerzas y se reanimó. Por eso llamó a aquel lugar En Hacore, el cual está en Lehi hasta el día de hoy.
Después de la gran victoria de Sansón al matar a 1,000 filisteos con la quijada de un burro, se encontró reseco y desesperado por agua. Su lugar seco era tan intenso que pensó que iba a morir. Tome nota de lo que hizo, «INVOCO AL SEÑOR» (Jueces 15:18). Esto es lo que los rescatará de una sequía espiritual. Cuando Sansón llamó al Señor, hubo un cambio sobrenatural, una intervención milagrosa. Dios hizo brotar agua de “un agujero”. Dios quiere que les diga hoy: “Llámenme y haré que broten los agujeros de su vida. Inundaré las áreas deshidratadas de su matrimonio, sus finanzas, su salud y donde haya habido esterilidad. Sus oraciones son la herramienta que desbloquea el géiser sobrenatural en el Espíritu”
Sansón nombró el lugar donde experimentó su géiser sobrenatural, “En Haqqore”, que significa, “MANANTIAL DEL QUE CLAMA” . También puedes hacer del desierto espiritual en el que vives un lugar llamado “En Haqqore”. El manantial de una persona que clama es una fuente de avance. Es un géiser sobrenatural al que Dios les está invitando para que lo aprovechen. La visión que vi es para ustedes. Él anhela inundar su vida con Su gloria. No mueran desesperados. Si tienen sed, Él dice: “VENGAN A BEBER” Escuche hoy Su anuncio profético: “Yo estoy haciendo ALGO NUEVO en ustedes y para ustedes. No se desesperen, cuando me invoquen Yo haré que su sequía se convierta en un torrente. (Andrew Towne)
Isaías 43:19 Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía.