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Sin fe es imposible agradar a Dios

(La fe que agrada a Dios) Ante las dificultades muchos nos pueden decir: “Tenga fe” o tal vez escuchemos la frase: “tiene que tener más fe” y entonces surge la pregunta ¿cómo hacer eso? La Biblia nos enseña que los milagros que hizo Jesús en muchas ocasiones estuvieron precedidos de la pregunta: ¿Crees que puedo hacerlo?

La verdad es que a veces las circunstancias adversas afectan nuestra fe en Dios y sus promesas. Pero nunca podemos olvidar: “fiel es Dios” y él hace mucho más de lo que pedimos o entendemos, por tanto fortalezcámonos en él y sigamos creyendo, el milagro viene en camino…

¿CUÁL ES LA FE QUE AGRADA A DIOS?    

LA FE DEBE IMPACTAR LA FAMILIA.

Dios quiere establecerse en nuestras generaciones (Génesis 5:15-18).

Pablo le dijo al carcelero de Filipos: “cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y toda tu casa”. Con nuestro correcto testimonio de vida, intercesión y amor, los miembros de nuestra familia llegaran a Cristo.

En éste caso en particular vemos que en la ascendencia de Enoc (sus antepasados) hubo fe y temor de Dios que trasmitieron a sus generaciones. Esto lo vemos a través de sus nombres: Mahalaleel significa “Dios brilla”, Jared significa “siervo” y Enoc significa “consagrado”.

La fe se destaca (Génesis 5:19).

Jared tuvo muchos hijos e hijas, pero fue Enoc quien se destacó. De hecho lo Biblia resalta su nombre porque caminó con Dios. Agradó al Señor por su fe. Vemos una vez más que la fe destaca a los hombres y mujeres de Dios en la Biblia.

Por eso la Carta a los Hebreos en el capítulo de los héroes de la fe (el once) siempre comienza diciendo: “por la fe” hicieron – lograron – obedecieron – alcanzaron – batallaron – conquistaron reinos – taparon bocas de leones – apagaron fuegos impetuosos, etc. La fe te lleva a alcanzar logros en Dios únicos y poderosos.

LA FE QUE AGRADA A DIOS SE HACE EVIDENTE EN LA VIDA DIARIA.

La fe nos lleva a caminar con Dios (Génesis 5:23-24).

Debemos destacar que la Biblia nos dice: “Caminó Enoc con Dios”. El orden en que aparecen las personas Enoc y luego Dios nos deja ver la iniciativa y compromiso de Enoc. Éste hombre desarrolló amistad con Dios. Enoc vivía en la tierra pero su caminar era diferente, sus pasos iban dirigidos a la voluntad del Señor y por eso a veces iba en sentido contrario a las mayorías.

Los pies de Enoc no caminaban por el sendero del mal, sus pies no iban a buscar otra persona que no fuera su esposa o esposo, sus pies no se dirigían al bar o discoteca, sus pies no eran sigilosos u ocultos para hurtar o engañar. Sus pasos andaban según la luz de Dios. Él caminaba con el Señor, sin apartarse ni a la izquierda ni a la derecha, es la fe que agrada a Dios. 

Nos dice el texto además que “desapareció, porque le llevó Dios”. Enoc ya no caminó más en la tierra, el Señor se lo llevó a su morada. Debemos tener en cuenta varios aspectos importantes aquí:

1º) La palabra “llevó” es una traducción del hebreo “laqah” que significa demás: tomar, agarrar, asir (Dios extendió su mano y tomó o agarró a Enoc y se lo llevó a Su presencia).

2º) Esto nos recuerda que la iglesia de Jesucristo será levantada y nos encontraremos con el Señor y estaremos para siempre con él (nos recuerda también que así como Enoc caminó con Dios y fue levantado, la iglesia debe caminar con Dios para ser levantada).

3º) Considerando los dos versículos anteriores (Génesis 5:21-22) vemos que Enoc vivió 365 años, y 300 los caminó con Dios, después que nació Matusalén. Es interesante ver que Matusalén significa: hombre de la jabalina (es una arma de guerra, arma arrojadiza, Goliat tenía una).

Podemos ver en esto como una figura de aquello de lo que debemos despojarnos para caminar efectivamente con Dios (carácter irascible, continua actitud de contienda o conflicto, rebelión, pasiones, etc).

La fe que agrada a Dios nos lleva a vivir una vida sobrenatural (Judas 14-15).

Nota: Vemos entonces que Enoc fue un profeta antediluviano, era inspirado por el Espíritu Santo, escuchaba Su voz porque era amigo de Dios, en los 300 años que caminó con el Señor experimentó poderosas verdades y revelaciones del cielo.

LA FE TE CONDUCE A LA PRESENCIA DE DIOS.

Enoc agradó a Dios por su fe (Hebreos 11:5).

Nota: Dios lo traspuso para que no viera muerte, él no seguiría el camino de todos. Nos dice además el texto: “no fue hallado” (lo buscaron, pero no lo encontraron) es decir no fue un cambio de lugar o región.

“Porque lo traspuso Dios” fue un traslado divino, “traspuso” es una traducción del término griego “metatídsemi” que también significa: transferir, transportar, arrebatar, transformar. Por eso la NVI dice: “Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó”.

Algo similar ocurrió con Elías (2 Reyes 2): “He aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos y Elías subió al cielo en un torbellino” (a quien también buscaron y no lo hallaron).

Así como Dios levantó a Enoc, a Elías, Cristo volverá y su iglesia será levantada, por eso Jesús dijo: “vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo (porque somos su cuerpo), para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:3).

Dios recompensa la fe perseverante (Hebreos 11:6).

Nota 1: Enoc “tuvo testimonio de haber agradado a Dios. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios”. Al observar la unidad en ésta frase (recordemos que la Biblia en su comienzo no tuvo la separación por capítulos ni versículos, esto fue posterior para facilitar su lectura y estudio), vemos que el término “pero” viene de la palabra griega “dé” que también traduce: es decir, así pues.

Entonces diría: “Enoc tuvo testimonio de haber agradado a Dios, pues sin fe es imposible agradar a Dios”. Es la fe que nos lleva a vivir con un corazón que cuyo gozo es hacer la voluntad del Señor. Es la fe que agrada a Dios.

La fe de Enoc lo llevó a acercarse a Dios creyendo que era real, que él existía, y que galardonaba, recompensaba a los que le buscan. No es en vano tu búsqueda de Dios. Por tu fe, aquella que te lleva a buscarlo, el Señor te premiará, te honrará entre muchos, te galardonará dándote lugares de privilegio, como lo hizo con Enoc.

Conclusión: Es necesario confiar en Dios, y la mejor manera de empezar a hacerlo es construyendo amistad con él. Camina con Dios, persevera, sigue Sus caminos, búscalo y él te honrará. Persevera en la fe que agrada a Dios.

Fuente:
Pastor Gonzalo Sanabria

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