Seúl acogerá el IV Congreso de Lausana para la Evangelización Mundial en septiembre, donde impulsará “la colaboración de la iglesia mundial para el discipulado de todos los países”.
El Movimiento de Lausana está preparando su cuarto congreso mundial para este mes de septiembre, en el que se espera la participación de 5.000 delegados de todo el mundo, a quienes se unirán de forma virtual otros miles, conformando así la representación más amplia y participativa de todos los eventos organizados hasta la fecha desde su fundación.
Seúl, la capital de Corea del Sur, es el lugar donde tendrá lugar un encuentro que servirá de catalizador para la reflexión y el impulso de la misión a nivel mundial. Evangélicos de distintas denominaciones, de todos los países del mundo, están siendo invitados a participar en un congreso que es la parte más visible de un movimiento.
Este movimiento pretende generar un impacto decisivo a partir de la colaboración y las sinergias que surjan para llevar el evangelio a todas las personas y en todo lugar, formar líderes según el ejemplo de Jesús, fortalecer las iglesias locales y su crecimiento, y llevar la influencia del reino a cada esfera de la sociedad.
Graham y Stott, las dos almas del movimiento
Estos son los objetivos que el Movimiento de Lausana ha desarrollado desde su inicio en 1974 y, como explica Jaume Llenas, coordinador nacional del Movimiento de Lausana en España, ha tenido un impacto tangible en el desarrollo evangélico en estas cinco décadas.
El movimiento toma el nombre de la ciudad suiza de Lausana, donde se celebró el primer congreso para la evangelización mundial, impulsado por figuras reconocidas como el gran evangelista Billy Graham y el gran teólogo John Stott. “Esto da las dos almas de Lausana: un alma evangelística y práctica, a la que se une la de aquellos que realizan la reflexión sobre la evangelización y la misión”, apunta Llenas.
Desde el principio, es un movimiento que busca la participación “policéntrica” de diversas voces evangélicas. Así es como participan René Padilla, Samuel Escobar y otros de Latinoamérica, pero también personas de África o Asia.
En el congreso se plantea la participación de “personas de influencia”, de forma que se fomente la comunión y la reflexión conjunta para una acción conjunta. “Lausana no quiere hacer nada, sino más bien poner una pista de baile para que todos los que están reflexionando y todos los que están haciendo puedan tener un tiempo juntos para ver cómo hacer avanzar el Reino”, explica Llenas.
Impacto e influencia
Para el coordinador nacional de Lausana, su impacto a nivel mundial ha sido notable y crucial en el avance del movimiento evangélico, “que sigue siendo el movimiento religioso de mayor crecimiento en el mundo”. Ese avance se gestó con “aspectos muy concretos”, como por ejemplo la integración del movimiento pentecostal como parte de los evangélicos, construyendo una unidad visible; el desarrollo del concepto de misión como algo que no solo es un mensaje, sino también una acción concreta para llevar el reino de Dios e impactar la sociedad. “Son cosas que ahora damos por sentado, pero que entonces, en el 74, eran novedosas” y que con el tiempo se han confirmado y forman parte de la vida eclesial o la visión y misión de tantas organizaciones e iglesias evangélicas en todo el mundo.
Lausana ha destacado también por la publicación de documentos, como el Pacto de Lausana, el Manifiesto de Manila (1989) o el Compromiso de Ciudad del Cabo (2010) que han sido documentos de referencia para las iglesias y entidades evangélicas en todo el mundo.
Seúl 2024, una gran oportunidad
“Seúl 2024 será una celebración del evangelio y de nuestro Dios amoroso, perdonador y misericordioso que nos ha invitado a unirnos a su misión en el mundo”, exponen desde la organización del congreso. Antes de la presentación del encuentro, se ha publicado Comisión “que permite examinar la situación mundial y detecta 25 temas clave para la acción de los cristianos, tras el trabajo de varios años de más de 150 pensadores de todo el mundo.
Sobre estos temas pivota gran parte del trabajo que se realizará durante el encuentro, que se plantea además como intergeneracional y que ha potenciado la presencia de personas menores de 40 años.
El lema de Seúl 2024 es “Que la iglesia proclame y exhiba a Cristo juntos” y la preparación del mismo busca “fomentar el poder de la colaboración, donde líderes, pensadores y creyentes de diversos orígenes confluyen para compartir recursos, ideas y estrategias (…) Juntos, podemos cerrar brechas y aprovechar oportunidades mientras obedecemos la Gran Comisión de Jesús”, explica Lausana en su web.
Además de la asistencia presencial -5.000 personas seleccionadas- se mantiene abierta la posibilidad de una asistencia virtual (online). Una novedad es que también se está invitando a iglesias, comunidades de creyentes y entidades evangélicas a participar como “sedes satélite”, que les permitan acceder a diversos contenidos y participar en el congreso a distancia. Desde la organización también han confirmado que se realizarán transmisiones por streaming de las plenarias y otros momentos del congreso.