Pero, hay una cláusula para que Dios pueda hacer maravillas entre vosotros, esto quiere decir que necesitamos llenar un requisito para que esto suceda, este requisito es: La Santificación.
Dios puede hacer muchas cosas en medio de un pueblo santo, pero poco puede hacer Dios en medio de un pueblo lleno de pecado, que ama mas las obras de la carne que las del espíritu.
Cuando Josué le decía al pueblo: “Santificaos”, le estaba diciendo: “Pónganse a cuenta con Dios, para ser hallados agradables a El”. Ser Santo significa apartarse del pecado, de ese pecado que nosotros denominamos grande, como de aquel que nosotros creemos que es insignificante.
Cuando Dios te llama a santidad, no te llama a una “media” santidad, ni a una “tres cuartos” de santidad, sino que te llama a una Santidad TOTAL, a un 100%, cuando leemos o escuchamos esto, se nos hace terrible el creer que podemos llegar a tal, porque nuestra mente esta tan acostumbrada al acomodo y a la mediocridad que eso nos parece casi imposible.
Es hora de entender que si se puede vivir una vida santa, el mejor modelo para hacerlo constar es JESÚS, puesto que aun cuando fue probado en todo, se mantuvo fiel y como oveja sin mancha.
En estos tiempos Dios anda en busca de hombres y mujeres que quieran santificarse para ser usados en gran manera en el Ministerio, si hasta acá Dios no ha hecho maravillas en medio de vosotros es porque ha faltado santidad, probad en esto al Señor y veréis que el no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse.
Amigo mío, te invito que a partir de este día busquemos la santidad para ser agradables a Dios y para poder observar maravillas entre nosotros, ¿Estas dispuesto a pagar el precio?, ¿Estas dispuesto a levantarte por la mañanas a buscar el rostros del Señor?, ¿Estas dispuesto a dejar el acomodo espiritual?, ¿Estas dispuesto a dejar de frecuentar esos lugares que te hacen pecar?, ¿Estas dispuesto a abandonar esos pecados ocultos?