Salmo 13:1 ¿Hasta cuándo, oh Señor? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?
Los salmos tienen la particularidad que dejan al desnudo la interioridad del alma de sus autores. Me gusta que el Espíritu Santo, inspirador de las Escrituras, permitiera que nos encontremos con frases salidas de los libros de hombres de Dios, como es el caso de este salmo. Seis preguntas introducen al lector a mirar la condición del autor, todas ellas reveladoras de una condición depresiva. ¡Asombroso!
Creo no equivocarme si digo que Dios nuestro Padre, entiende cuando estamos enfrentando situaciones que tienen la capacidad de sumergirnos en fosas profundas. Indudablemente que eso no sucederá porque la intervención salvadora de nuestro gran Dios, nos levantará vencedores, exhibiendo las marcas de la victoria.
Es cierto que pueden haber múltiples preguntas, como resultado de una condición temporal. Eso puede suceder, pero una cosa es cierta, lo reitero:
¡Los hijos de Dios se levantan siempre!
En medio de todo, ¡guarda tus palabras!
Dios nos habla a través de los salmos. Creo que ha hablado a TU VIDA HOY.