La cura máxima para la depresión es un encuentro con Dios. En primer lugar, Él te va a hacer preguntas para que te desahogues. Él no va a cambiar su opinión de ti; Él lo que quiere es que te ubiques mental y espiritualmente, que tú sepas dónde tú estás, para que Él pueda hablarte. En segundo lugar, te va a hablar de manera diferente; no en el viento, en el trueno, como en el pasado, sino de forma distinta, diciéndote que comoquiera está trabajando contigo. Y en tercer lugar, Dios le da tres revelaciones poderosas que ayudan a Elías a salir de la depresión. En todo encuentro con Dios, cuando estás pasando por este proceso en tu vida, hay tres cosas que Dios siempre te va a revelar:
Una nueva asignación profética. Para ti quizás sea una nueva visión empresarial, una nueva visión en tu matrimonio. Todo este tiempo has estado haciendo algo en particular, pero ahora vas a hacer algo nuevo, algo diferente. Elías seguiría siendo profeta, pero de una manera diferente. Ya cuando tú llegas tantos años dedicándote a algo, lo que te queda es embellecer tu profesión, tu ministerio. Cuando Dios te llama a algo, cuando Él te dio un talento, Él no necesita darte otro talento para sacarte del lugar en que tú estás; Él lo que necesita es darte una nueva asignación con el talento, con el llamado que tú tienes, para que tú recobres fuerzas. Dios lo que estaba haciendo con Elías era redireccionando el llamado profético de Elías. Cuando tú estás en este proceso, Dios te puede enseñar cómo embellecer tu asignación en esta vida, hacerla de una manera diferente a como siempre la has hecho, y eso te renueva las fuerzas.
Dios le revela y le asigna a alguien en quien él tiene que transferir algo, y a la vez es alguien en quien él puede confiar. Cuando, en un momento de tristeza y depresión, tú vas delante de Dios, Él te va a asignar personas. Dios le dice a Elías que le asignaría a alguien, y que ahora su asignación sería ungir reyes y profetas; antes era bajar fuego del cielo, traer juicio; ahora, sería ungir. Pero, entre aquellos a los que ungiría, uno caminaría con él. Si hay algo que te ayuda a salir de la depresión, es encontrar personas en quienes tú puedas dejar un legado, transferir lo que tienes a otros, y gente en la que tú puedas confiar. Una de tus metas debe ser ver en quién tú puedes transferir lo que Dios ha puesto en ti. Lo que Dios hizo con Elías y Eliseo fue una unión tan grande, que solo un caballo de fuego los pudo separar. Dios puede darte ese tipo de relación. Él te va a asignar gente en quienes tú vas a poder depositar lo que Dios ha puesto en ti, y tú podrás depender de ellos en tus momentos cruciales.
Dios le revela que su trabajo no había sido en vano. Dios le dice que Él haría que siete mil no doblacen sus rodillas delante de Baal. Esos siete mil demostraban que el trabajo de Elías no había sido en vano. En otras palabras, Elías pensó que cuando hizo fuego bajar del cielo, nadie había creído, pero hubo gente que vio aquel fuego que bajó del cielo, y Dios utilizó eso para levantar siete mil rodillas. Tu trabajo nunca es en vano; Dios está siempre usando lo que tú has hecho y algún día te va a demostrar el impacto que lo que tú estás haciendo para Él está teniendo y va a tener en diferentes niveles. Lo peor que hay para tu vida es siempre ver tanto esfuerzo para después nunca ver el gran resultado. Pero el resultado de lo que tú haces por Dios, trasciende la gente que tú conoces. Dios está haciendo que el fuego que tú estás logrando que baje del cielo, alguien lo vea, y algún día Dios te va a decir: Esto fue por causa de eso.