Este año, marcado por desafíos y profundas reflexiones, recordamos con gratitud la vida y el legado del obispo, pastor y ministro Elvis Samuel Medina, quien durante dos décadas lideró con excelencia en su rol en la oficina de Enlace de la Presidencia de la República. Su partida nos deja un mensaje urgente, una voz de alerta que resuena con fuerza: «Se terminó ya la competencia ministerial.»
El mensaje nos invita a abandonar toda rivalidad y comparación dentro del cuerpo de Cristo. Como dice 1 Corintios 3-6-7: “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.”La obra es de Dios, y cada uno tiene un papel único y valioso en Su reino.
Reconociendo el propósito eterno: El pastor Elvis Medina siempre enfatizó la importancia de trabajar con integridad y humildad, recordándonos que el ministerio no es una plataforma para la competencia, sino un servicio dedicado a exaltar el nombre de Cristo y edificar su iglesia.
El mensaje para el 2024. En este nuevo año, se nos llama a dejar atrás toda competencia y enfocarnos en el propósito eterno de Dios: La reconciliación del mundo con Él a través de Cristo. Este es un tiempo para restaurar relaciones, edificar comunidades y vivir con el corazón alineado a la misión del Reino.
La urgencia de «Ya»: La palabra «ya» no solo indica un momento decisivo, sino un llamado a actuar sin demora. No podemos esperar más para eliminar las divisiones y trabajar juntos en armonía, como una iglesia que refleja el amor y la gloria de Dios.
Conclusión
El legado del pastor Elvis Samuel Medina vive en cada uno de nosotros, y su mensaje es una guía para entrar en este nuevo año con una visión renovada. Dejemos que este llamado transforme nuestras vidas, nuestros ministerios y nuestras comunidades, recordando siempre que la competencia no tiene lugar en el reino de Dios. Este mensaje estaba guardado para ahora,pues partió con el Señor el 6 de agosto del 2024.
Que este fin de año sea un tiempo de reflexión, unidad y preparación para lo que Dios tiene preparado para el 2025.