El discurso del rector de la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), ingeniero Epifanio González, ofrecido en la Quincuagésima tercera graduación de ayer, se orientó en el marco del enfoque que debe modelar la sociedad a partir de la familia y la iglesia, lo que según entiende se refleja en esa alta casa de estudios.
El modelo profesional al que se refiere el rector, emplea exigencias de desarrollo y crecimiento integral en el alma, cuerpo y espíritu del docente, con una visión de Educación Cristiana y amor al prójimo.
Este espíritu de valores y principios para la vida productiva de la sociedad penderá del árbol genealógico que distingue la sabiduría y la inteligencia, los frutos del bien y del mal. Proverbios 1-7: Porque el principio de la sabiduría es el temor a JEHOVA.
Esta es la visión con que el ser humano fue creado por Dios para que dentro de su atmósfera el hombre pudiera tener una vida en abundancia de lo espiritual, emocional, lo material, lo político y lo social. Cita el ingeniero Epifanio González Minaya que los nuevos profesionales inician su ejercicio en la universidad de la vida. No habrá 7, 8, 9, 10, ni 90, 95 0 100 puntos en escala de valoración de la vida, sólo hay dos posibilidades: éxito o fracaso. Explica que su avance y desarrollo en la vida dependerá del éxito que alcancen con su ejercicio, o si por el contrario, reprobarán con el fracaso que representa la combinación de incompetencia, negligencia e irresponsabilidad.
Los cambios y retos demanda ofertas de la nueva modernidad, nos emiten mensajes de cambios hacia un nuevo mundo diferente a nuestros primeros siglos de civilización, producto de la evolución en el desarrollo y crecimiento de un mundo nuevo. Es por ello que la vida simple de las relaciones primarias y la buena vecindad se han estructurado dentro de una complejidad de una nueva comunicación en sociedad.
El rector González Minaya señaló que los video juegos, la televisión por cable, la comunicación móvil, las redes sociales, la digitalización y las demás ofertas y soluciones llegaron para quedarse, estemos o no de acuerdo, y sin importar si estamos preparados o no, porque estamos para asumir estos nuevos retos y desafíos en el marco crítico de los nuevos avances.
Dijo que está seguro de que las dimensiones y los alcances de esta nueva sociedad “se nos han ido de las manos y hemos perdido el control dentro y fuera del Estado, dentro y fuera de la familia, de las aulas y aún en muchos casos dentro y fuera de la propia iglesia, que se encuentra dentro de la cimiente de la obediencia a las sagradas escrituras que es referente del camino, la verdad y la vida, ante el Dios que creó los cielos, la tierra y al hombre, como al universo mismo y todo lo que en ello hay.
La universidad, al entregar a la sociedad 1,716 nuevos profesionales, está certificando ante la sociedad que los docentes egresados están aptos para iniciar su ejercicio profesional y hacer un gran aporte a la sociedad. “Para ustedes hay un desafío crucial, deben estar comprometidos ante las nuevas exigencias de la sociedad”.
El titular de esa alta casa de estudios, visionario de nuevos avances, dijo en su discurso que nuestra civilización no dispone de una cosmovisión omnicomprensiva que permita la construcción de un pacto conceptual y de métodos capaces de liberarnos de las dudas, pero como parte del recurso profesional, el modelo científico de la investigación y la fe puesta en el poder de Dios puede liberarnos de la angustia, incertidumbre, la vulnerabilidad y el miedo.
Finalizando su discurso, el rector hizo referencia de la historia bíblica citada en GENESIS 7-1-10-32-, como reflexión que cristaliza la cosmovisión de los egresados profesionales y estas fueron sus palabras de despedida: “Que en todo momento la proa del barco que representa su ejercicio profesional mire al cielo y llegue a puerto como meta final. Que nada ni nadie los distraiga de esta meta hacia el cielo con Jesús, y cual estrella de Belén, Dios le guie y espera por ustedes para coronarlos en el reino de los cielos.
En la mesa de honor símbolo de la gracia y del esplendor de la sabiduría, la ciencia que corona los corazones de quienes allí representan a la universidad, el rector culminó diciendo: que el Dios Todopoderoso les bendiga, colmándole de sus más ricas bendiciones de paz en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, AMEN.!!!!