Nehemías 8: 1-15
¿Qué lo Distrae Mientras Está Predicando?
Para los predicadores, las distracciones son una forma de vida, pero no por ello menos molestas.
La mayoría de los pastores predican o hablan en un foro público de 150 a 200 veces al año. Muchos lo hacen mucho más. Con el tiempo estos predicadores tienen la capacidad de discernir si la congregación o la audiencia los está siguiendo o si sus mentes están en otro mundo.
Los predicadores están también muy familiarizados con las distracciones. Son una forma de vida para alguien que se para en frente de la gente para hablar, pero no por ello menos molesto.
Le pedí a un número de pastores que compartieran conmigo las distracciones más frecuentes que experimentan mientras estaban predicando. Aquí están sus respuestas en orden de frecuencia. También tomé notas representativas de uno de los encuestados para cada elemento.
La gente caminando alrededor. “Esto sucede cada vez que alguien entra o sale del servicio mientras estoy predicando. Todas las cabezas giran para ver el movimiento. Bien podría estar hablando en lengua extraterrestres, mientras las personas están en movimiento. Nadie me está prestando atención”.
La gente hablando entre sí. “Es obvio que no me están escuchando si están hablando el uno al otro. Y realmente me pone mal cuando se tapan la boca, como si pudieran ocultar el hecho de que están hablando. “
Las personas viendo sus relojes. “Sí, yo sé que ha sido un sermón malo o largo o ambos cuando la gente no puede esperar a salir. El ‘ver el reloj’ es el indicador clave”.
La gente bostezando. “Así que trabajé en este sermón 15 horas y este chico no puedo dejar de bostezar. Tal él vez estuvo despierto toda la noche, pero yo hubiera preferido que se quedara en casa y durmiera”.
Personas frunciendo el ceño. “Siempre me pregunto si se enfadan conmigo o mi sermón. Tal vez tuvieron un mal día con su cónyuge. Tal vez su equipo perdió ayer por la noche, pero no puedo dejar de tomarlo como algo personal”.
Personas durmiéndose. “Hay un diácono en mi iglesia cuyo tiempo favorito de siesta es mientras estoy predicando. Y no le sirve de ayuda que su mujer le de codazos cerca de diez veces en cada sermón”.
Gente textiando. “Usted puede ser capaz de argumentar que ellos están tomando notas electrónicas, pero sé bien. Que algunos de los jóvenes de nuestra iglesia no puede pasar diez minutos sin enviar mensajes de texto a alguien”.
Teléfonos celulares sonando. “Pedimos a todos que los teléfonos sean silenciadas antes de que comience el servicio, así que no es tan malo como solía ser. Pero en un funeral una vez el teléfono del hijo del fallecido sonó. En realidad empezó a hablar con su compañero de caza mientras yo continuaba mi mensaje.”
Menciones deshonrosas (otras notadas por predicadores): estornudos; tos; despejar la garganta; limpiándose la nariz; flatulencia.