El pasado Viernes por la noche, mi hijo Uziel de ahora tres años con siete meses no podía dormir. Escuchaba desde mi habitación que se movía de una lado a otro en su cama, también escucha algunas palabras que entre dormido y despierto pronunciaba. Obviamente no tenía un buen sueño.
Decidí ir a su habitación y dormir con él en su cama. Pareciera que mi presencia le da un mejor descanso, solo sintió que yo estaba a su lado, con su manita me tomo de mi brazo y durmió como todo un príncipe que es.
Temprano en la mañana, cuando yo ya estaba despierto acostado en su camita, mi pequeño Uziel despertó mientras yo lo veía y entonces, al abrir sus ojitos me mira y las primeras palabras que salieron de su boca fueron: “Papá, te amo”.
En ese mismo momento hubo un sentimiento indescriptible que me lleno por completo, saber que mi hijo al despertar lo primero que me dijo fue: “Papá, te amo”, me hizo sentir el padre más feliz sobre la faz de la tierra, saber que lo primero que mi hijo pensó al despertar fue que me amaba me hace feliz, son de esos momentos que marcan mi historia y jamás olvidare.
Mientras le comentaba ese episodio a mi esposa Yamita, Dios trajo a mi mente las siguientes preguntas: ¿Qué es lo primero que haces en la mañana?, ¿Qué palabras son las que de tu boca salen al despertar?
Y es que la mayoría de nosotros vivimos una vida muy agitada, nos levantamos porque se nos hizo tarde para ir al trabajo o a la universidad, nos levantamos directos a la ducha, salimos de nuestras casas apresurados porque vamos tarde y se nos olvida lo mas principal en la mañana que es: HABLAR CON DIOS.
¿Cuándo fue la última vez que despertaste y al abrir tus ojos lo primero que dijiste fue: “Dios mío, te amo”?
¿Cuándo fue la última vez que antes de levantarte de tu cama hablaste con Él y lo hiciste sentir el Padre más feliz de todo el universo?
Yo me pregunto, ¿Cómo se sentirá Dios si las primeras palabras que de mi boca salieran, fueran dirigidas a Él con un sentimiento genuino?, si yo siendo un padre imperfecto, me siento en las nubes cuando de mi hijo sus primeras palabras del día son para expresarme su amor, ¿Cómo se sentirá el Padre Perfecto?
Considero que deberíamos examinar nuestras primeras acciones del día, creo que deberíamos reorganizar nuestro tiempo y dedicarle a Dios nuestros primeros minutos del día, recodarnos de Él al abrir nuestros ojos y tener una conversación con Él puede cambiar lo que falta de nuestro día.
Hoy te quiero invitar a que a partir del día de mañana puedas alegrar el corazón de Dios dirigiendo a Él tus primeras palabras y tus primeros pensamientos. Que los primeros minutos de tu día sean especialmente para Él, estoy seguro que Él se alegrara de saber que tiene un hijo que al despertar lo primero que piensa es en Él.
Formemos un hábito diario de búsqueda de Dios, ya que la búsqueda de Dios es la vitamina que nos hará ser fuertes en este mundo tan difícil, pero sobre todo cambiara nuestro panorama del día.
Dile a Dios al despertar: