“La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples”.
Salmos 119.130
Muchos creyentes utilizan la Palabra de Dios nada más que para buscar fortaleza, aliento, esperanza y consuelo. Es decir, una promesa del Señor para sus vidas.
Pero muy pocos creyentes utilizan la Palabra de Dios para buscar sabiduría y dirección para sus vidas, es decir, un proverbio que los instruya y direccione.
Fijate qué tienen subrayado en su Biblia, ¿promesas o proverbios?, ¿palabras de aliento o principios de sabiduría? Esto no miente.
Conforme lo que tenga subrayado en las Escrituras, será a lo que verdaderamente le prestarán atención, y se desarrollarán en consecuencia.
La clave radica en no optar por una cosa o la otra sino en tomar la Palabra de Dios en forma completa, para ser bendecidos de la misma forma.
A la hora de testificar también hacelo de forma completa, no solo dando una palabra de aliento, sino también un principio de sabiduría, ya que esto es lo que muchos necesitan.
Este es tiempo de que utilicemos toda la Palabra de Dios, incluso aquella que nos confronta y nos insta a cambiar.
Aunque seas simple recibirás entendimiento de parte del Señor a través de su Palabra y te dará la sabiduría y la inteligencia para conducirte en la vida.
Que en este tiempo, como Pueblo de Dios, no solo tengamos un 10 en promesas, sino también un 10 en sabiduría, para ser bendecidos de forma completa.
Dios es tu proveedor y también te enseña a administrar.
Dios te da trabajo y también te enseña a progresar en él.
Dios sana tu vida y también te enseña a cuidar tu salud.
Dios te da una familia y también te enseña a llevarla adelante.
No te olvides de alumbrar tu camino con la Palabra de Dios, tanto en la oscuridad de las pruebas como en las decisiones que tenés que tomar en la vida.
Yo bendigo tu vida para que la Palabra de Dios pueda fortalecerte y guiarte, y además te ayude a fortalecer y guiar a los que te rodean.