El gobierno de Tanzania vetó a los hechiceros en un intento por impedir que la población albina siga siendo víctima de persecuciones y homicidios.
El ministro del Interior tanzano, Mathias Chikawe, anunció un operativo nacional para «arrestarlos y llevarlos ante la justicia», si siguen trabajando.
Los albinos, quienes sufren de falta de pigmento en la piel, son victimizados porque hay quienes creen que las pociones hechas a partir de extremidades de su cuerpo traen buena suerte y riqueza.
La Sociedad de Albinos de Tanzania reaccionó positivamente ante la prohibición.
«Si nosotros y el gobierno nos juntamos, mostramos fortaleza y hablamos con una sola voz, podemos enfrentar el problema de frente», señaló el presidente de la sociedad, Ernest Njamakimaya.
«Creemos que de esta forma podemos eliminar estos incidentes de una vez por todas».
Se cree que en Tanzania hay unos 33.000 albinos.
En los últimos tres años 70 fueron asesinados, pero sólo 10 personas fueron condenadas.