Seguramente para esta pregunta la mayoría daremos la respuesta más lógica o más sencilla: Están cerradas porque estamos en medio de una pandemia y en cuarentena y no son permitidas las reuniones para no contagiarse del virus. HEBREOS 10-25
Pero reflexionemos, si la palabra de Dios nos dice que no debemos dejar de congregarnos y mucho menos cuando veamos que el día del Señor se acerca, ¿Porque Dios ha permitido en estos tiempos que los templos estén cerrados y que nadie se pueda congregar en ellos?
Verdaderamente tenemos que reconocer que los templos están cerrados como un mensaje de Dios para su pueblo, para su iglesia, es decir para cada uno de nosotros, y también un mensaje para todos aquellos que aún no conocen del Señor.
Cuál es el mensaje que el Señor quiere darnos, ¿Porque están cerradas las iglesias?
PARA RECORDARNOS QUE EL VERDADERO CRISTIANISMO SE VIVE PRIMERAMENTE EN NUESTRA CASA, NO EN LOS TEMPLOS (HECHOS 2:46)
El Señor nos ha hecho recordar los inicios de la iglesia, la llamada “Iglesia Primitiva” en la cual se reunían en el templo pero en las casas manifestaban el amor fraternal, en las casas vivían verdaderamente el evangelio y el Reino de Dios.
Lo cual lastimosamente la iglesia moderna había olvidado, muchos nos habíamos vuelto cristianos religiosos, es decir vivíamos nuestro cristianismo nada más en los templos en los días de culto, en los días que nos correspondía servir en nuestro ministerio, pero para muchos era una apariencia, pues en nuestras casas vivíamos todo lo contrario de lo que aparentamos, es por eso que el Señor hoy en nuestras casas nos está recordando dos cosas muy importantes:
La fe no debe ser fingida (1 Timoteo 1:5) El Señor nos está llamando a ya no vivir una fe fingida, una fe de domingo, una fe de templo, sino una fe que los primeros que puedan verla es nuestra familia, y ¿cómo podrán ellos ver nuestra fe? con nuestras acciones, por medio de los frutos del Espíritu Santo en nuestra vida.
El amor debe ser sin fingimiento (Romanos 12:9) ¿Cuántas familias vivíamos un amor fingido en nuestras iglesias? ¿Cuántos matrimonios aparentábamos vivir felices y ser ejemplos de amor matrimonial delante de los hermanos de nuestras congregaciones? Pero la realidad en nuestros hogares era completamente diferente, vivíamos un amor fingido, y el Señor nos está enseñando en nuestras casas a amarnos de verdad, el Señor nos está recordando que el amor debe de comenzar en nuestro hogar, y no aparentarlo en nuestras iglesias.
PARA QUE VOLVAMOS A AMAR AL SEÑOR DE LA OBRA (JUAN 21:15-17)
Notemos algo muy importante: El Señor no le pregunto a Pedro si amaba a las ovejas y a los corderos, primeramente le preguntó si lo amaba a él, pues así tiene que ser la vida ministerial, debemos amar primeramente al Señor de la obra, pero lastimosamente muchos cristianos estábamos amando la obra del Señor pero habíamos perdido el amor por él, nuestro corazón se había apartado del Señor de la obra.
En este tiempo el Señor quiere que cada uno de nosotros que servimos en la obra del Señor tengamos algo muy claro en nuestra vida: ACTIVISMO MINISTERIAL NO ES LO MISMO QUE ESPIRITUALIDAD, es decir que dicho de otra manera: ESTAR LLENOS DE ACTIVIDADES NO ES LO MISMO QUE ESTAR LLENOS DEL ESPÍRITU.
Volvamos a amar al Señor de la obra, trabajemos en la obra con amor, pero que nuestro ministerio no se convierta en un ídolo que haga que nuestro corazón se aparte del Señor de la obra, no permitamos otra vez qué tantas actividades ministeriales nos aparten de la comunión con nuestro Dios, el Señor prefiere un corazón como el de María que como el de Marta (Lucas 10:40-42)
PARA QUE LOS INCONVERSOS RECONOZCAN QUE UN DÍA TODAS LAS IGLESIAS ESTARÁN CERRADAS COMO HOY, PERO YA SERA MUY TARDE (AMOS 8:11-12)
Hoy los templos de las iglesias están cerrados, pero la palabra de Dios se sigue predicando, por medio de las redes sociales, por medio de la radio y de la televisión la palabra de Dios no se ha dejado de predicar, estamos en casa pero la palabra de Dios sigue fluyendo para llevar esperanza y salvación a la humanidad, a los personas que aún no han recibido la salvación se les continúa predicando, la iglesia está cumpliendo su función.
Pero tenemos que saber que un día la iglesia será quitada de este mundo, pues Cristo viene pronto por su iglesia, entonces las iglesias permanecerán cerradas, ya no se volverán a abrir, y no habrá predicación como hoy, ya la palabra de Dios no estará disponible como hoy lo está.
Este tiempo es un llamado para todos aquellos que no han recibido a Jesús como su salvador personal, para buscarlo hoy, aunque los templos están cerrados pero él evangelio y la salvación sigue estando disponible para todo aquel que cree, pero llegará un momento en el que será ya muy tarde.
Llegará un momento en la historia de este mundo en el cual las personas tendrán hambre y sed de la palabra de Dios pero no la hallaran, no habrá iglesia donde se predique, no habrá quien les hable del evangelio.
Es por eso que antes que sea demasiado tarde el Señor nos recuerda que HOY ES ÉL DÍA DE SALVACIÓN.