Un tremendo susto se pegaron unos transportistas hondureños, cuando un policía intervino una protesta que realizaban con una oración.
Según informa El Tiempo, tras la plegaria el oficial logró que sus subalternos no intervinieran a la fuerza, calmando los ánimos.
En seguida, el sub comisionado policial dejó boquiabiertos a los conductores de buses al darles una palabras de aliento en vez de garrotazos y gas lacrimógeno.
Finalmente, los manifestantes optaron por dejar libre la vía.