Aunque disponemos de ellas prácticamente durante todo el año, su temporada comienza ahora. La manzana y la pera son muy consumidas especialmente entre los más pequeños, tienen múltiples beneficios para nuestra dieta y contribuyen a que tengamos una dieta saludable.
La manzana nos aporta vitaminas A, B, C y E, fibra, calcio, potasio, magnesio, hidratos de carbono, hierro y fibra.
Nos ayuda a limpiar nuestro hígado ya que contiene cisteína. Es diurética, nos ayuda a bajar la hipertensión arterial.
Reduce el nivel de glucosa y colesterol en sangre.
Gracias a su alto contenido en fósforo nos ayuda a activar las funciones cerebrales.
Aunque resulte algo chocante incluso contradictorio, la manzana es conocida ya que sirve como regulador intestinal. Si la comemos cruda y con piel nos servirá como laxante para tratar el estreñimiento, mientras que si la consumimos en puré, asada o hervida nos servirá para tratar casos de diarrea.
El zumo de manzana ayuda a bajar la fiebre.
También nos ayuda a combatir el insomnio gracias a la vitamina B12, previene y mejora la artritis y el envejecimiento celular.
Existen multitud de variedades, las más conocidas son la golden delicious, red delicious, golden supreme, reineta, granny y royal gala. El color varía dependiendo de la variedad de manzana pudiendo ser roja, verde, amarilla y bicolor.
Un truco si no consumes la manzana entera es conservarla en agua con limón en proporción 3-1, así la tendrás perfecta y evitarás que se oxide para poder tomarla al día siguiente.
Por otra lado, la pera es una excelente fuente de agua y fibra soluble. Contiene vitaminas A, B1, B2, C y E, ácido fólico, niacina, fósforo y potasio.
Se recomiendo en casos de infección urinaria, edemas y retención de líquidos ya que es diurética.
Al contener vitamina C, ácido fólico y betacaroteno nos ayuda a cuidar la vista y la piel.
Consumir peras peladas durante diez días, propicia un buen funcionamiento de los riñones y el descenso de la tensión arterial. Por ello, la pera es una de las frutas ideales para quienes padecen arteriosclerosis o enfermedades renales.
El zumo de pera tiene un efecto antiinflamatorio y nos ayuda a aliviar los dolores en los procesos inflamatorios.
Gracias a su alto contenido en boro, nos ayuda a retener el calcio, lo que impide o retrasa la osteoporosis.
Es recomendable tomar pera durante el embarazo ya que contiene ácido fólico que ayuda a prevenir defectos del tubo neutral en los recién nacidos.
Al igual que ocurre con las manzanas, también podemos encontrar en el mercado muchas variedades de pera. Su forma, color y sabor dependerán de le la variedad que hemos seleccionado y época de recolección. Las variedades más conocidas son la William’s, la limonera, blanquilla, conferencia y Roma.