Jesús define con cincel de hierro y punta de diamante a -los verdaderos adoradores, a los que el Padre busca que le adoren.-
22-Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
23- Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
24- Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. San Juan 4:22-24.
La adoración nunca fue, ni es, un negocio, una moda, ventas de conciertos y cds, industria de música, estructura de enrriquecimiento, fábrica para hacer artistas famosos o empresa para realizar tours y giras artísticas, nada de eso.
Es un servicio para honrar, alabar, agradar, respetar, admirar y hacer reverencia al Padre, en espíritu y en verdad, como dijo Jesús. La adoración está ligada y unida al Padre mediante Jesucristo y guiada por el Espíritu Santo. Cristo y el Espíritu Santo son las fuentes para que los verdaderos adoradores adoren al Padre en espíritu y en verdad. Aleluya!!!
Cuando la palabra adorar aparece por primera vez en la Biblia, Génesis 18:2, es con referencia a Abraham cuando «se postró en tierra» delante de los tres mensajeros que le anunciaron que Sara tendría un hijo.
El primer significado de adorar es postrarse, bajarse, inclinarse, agacharse, como acto y reconocimiento de sumisión a una autoridad superior tanto terrenal como espiritual, David lo hizo ante Saúl y Rut ante Booz.
«Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás», afirmó Jesús a Satanás cuando estaba siendo tentado en el desierto.
Como en el tiempo de la mujer samaritana, hoy existen pueblos equivocados que no saben lo que adoran, pero, los verdaderos adoradores, se inclinan en reverencia al Dios Viviente, «Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. 1 Timoteo 1:17.
MARANATHA