SALMO 1:2-3 Nosotros como hijos de Dios hemos sido plantados en la tierra más fértil, en la tierra donde podemos dar frutos de bendición en abundancia, esa tierra es el Reino de Dios, nosotros no hemos sido plantados junto a corrientes de agua, las corrientes de agua viva fluyen de nuestro interior.
Como familias cristianas tenemos la oportunidad de ser familias prosperas y bendecidas, pero lastimosamente eso no es una realidad en muchas familias cristianas.
El día de hoy vamos a reflexionar en la palabra de Dios cuales son aquellos obstáculos que nos están impidiendo prosperar como familia.
Pero este mensaje no solamente va enfocado a los adultos sino también a los jóvenes, pues de las decisiones que tomes en tu juventud dependerá en gran manera la prosperidad en tu futura familia.
Veamos en la palabra de Dios cuales son algunos de los obstáculos para la prosperidad de nuestra familia:
LAS MALAS COMPAÑÍAS (PROVERBIOS 28:19)
La palabra de Dios es clara y nos dice que el que sigue a los ociosos se llenara de pobreza, nosotros como cristianos tenemos que saber que hay amistades que no nos suman nada bueno a nuestra vida, sino que al contrario nos restan, nos roban la bendición.
Los jóvenes se rodean de personas ociosas y siguen sus caminos desaprovechan muchas oportunidades de preparación académica que luego significara un gran obstáculo para la prosperidad de su futura familia.
Podemos darnos cuenta de que con toda seguridad las personas que son malas amistades para nuestra vida tienen una vida inestable en todos los aspectos; laboral, sentimental, espiritual, etc (Salmo 1:4) y esa inestabilidad no les permite prosperar, por ese motivo no debemos vivir a su manera.
TOMAR DECISIONES SIN TOMAR EN CUENTA A DIOS (PROVERBIOS 21:5)
Tenemos que comprender que las decisiones alocadas sin pedir la dirección de Dios, sin tomar en cuenta su voluntad son un obstáculo muy grande para la prosperidad de nuestra familia.
Tomar créditos bancarios a la ligera, usar las tarjetas de crédito para gastos innecesarios, vivir estilos de vida que no van acorde a nuestros ingresos son un obstáculo para la prosperidad, es decir para la libertad financiera de la familia.
Los jóvenes que deciden alocadamente dejar de lado su proyecto de vida, sus estudios escolares y universitarios para aventurarse en una relación de pareja a temprana edad tendrán obstáculos muy grandes para prosperar en su familia.
LOS VICIOS Y ADICCIONES (PROVERBIOS 21:17 / 29:3)
Tenemos que tener muy claro que para toda persona los vicios y las adicciones son un obstáculo muy grande para la prosperidad de una familia, pero para un cristiano mucho más, ya que estos estilos de vida desagradan a Dios.
Muchas veces pensamos que los únicos vicios o adicciones son el alcoholismo, el tabaquismo y las drogas, pero muchas personas no pueden prosperar porque son adictos al sexo, porque son compradores compulsivos, por el vicio de las apuestas, de los juegos de azar, etc.
Tenemos que saber que el único que puede hacernos verdaderamente libres es el poder de nuestro Señor Jesucristo.
LA FALTA DE ESFUERZO Y DILIGENCIA EN EL TRABAJO (PROVERBIOS 10:4)
Negligente: Persona que no pone el cuidado, la aplicación o el esfuerzo debidos en lo que hace, en especial en el cumplimiento de una obligación.
Diligente: Persona que pone mucho interés, esmero, rapidez y esfuerzo en la realización de un trabajo.
Una persona negligente pierde grandes oportunidades en su vida, por su haraganería, por no querer salir de la comodidad, son personas que no terminan sus estudios, son personas que no valoran sus trabajos, llegan tarde, no hacen lo que les corresponde y si lo hacen lo hacen mediocremente, rápidamente pierden sus trabajos.
La palabra de Dios nos declara que las personas que son diligentes en sus trabajos prosperan y se superan laboralmente (Proverbios 22:29)
LA SOBERBIA DE NUESTRO CORAZÓN
La soberbia es un obstáculo muy grande para la prosperidad de nuestra vida y de nuestra familia, ¿De que forma nuestra soberbia afecta la prosperidad de nuestra familia?
Cuando somos personas con malas actitudes en el trabajo (Tito 2:9)
Cuando comenzamos a tener prosperidad y nuestro corazón se llena de orgullo y de vanidad (Jeremías 49:16)
NO SER FIELES CON DIOS CON NUESTRAS FINANZAS (PROVERBIOS 3:9-10 / MALAQUIAS 3:10-11)
Como hijos de Dios tenemos que reconocer que todo le pertenece a nuestro Dios y que nosotros solamente debemos ser fieles administradores de lo que él nos da.
El cristiano que no diezma ni ofrenda no solamente le roba a Dios, sino que también se roba a si mismo las bendiciones y la prosperidad que Dios tiene para él.
Tenemos que comprender que si somos fieles en lo poco el nos confiara lo mucho (Mateo 25:23)
