“Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande.” Job 8:7 RVR1960.
La Palabra de Dios habla de sufrimientos y maravillas acerca de Job.
El Señor lo llamó como “el más grande de los orientales “, sin embargo, Bildad suhita, uno de sus tres amigos, indudablemente que una declaración de esa naturaleza es producto de una estrategia del Señor para con su ungido, le comunica a Job un principio pequeño para ir hacia lo muy grande.
Lo pequeño en Dios es un proceso de preparación para dar el salto espiritual que irá a lo muy grande, “Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.” Santiago 3:4 RVR1960.
Es una promesa que no solamente abarca parte de la historia bíblica narrada sobre Job, sino que cada uno/a en el pueblo del Señor tiene un Job por dentro destinado a alcanzar algo grande no importando cuán pequeño haya sido su principio.
Nadie está en capacidad de medir los tamaños de Dios, para el gigante; David no tenía un tamaño adecuado para enfrentarse con él, y esto es lo maravilloso que David; considerado por el gigante filisteo sin cualidades para vencerlo; lo venció.
La lección es de mucha bendición, no son las capacidades humanas, sino las de Dios obrando en nosotros/as.
Lo que la gente ve como pequeño es un camino en dirección a la Victoria de Dios, es la carretera del Señor por la cual nos está conduciendo a un destino glorioso y bendecido.
El siervo Job fue considerado el más grande en su territorio, “Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales.” Job 1:3 RVR1960.
Con todo y eso lo llamó, según Bildad suhita, pequeño, antesala de lo muy grande.
No suframos por lo que estemos atravesando sea pequeño o muy grande, sino manténganos en sintonía con lo que De quiere hacer, que es muy superior a lo que podamos ver.
El mensaje de lo que pueda ocurrirnos más allá de lo que experimentamos en el presente está muy ligado a la fidelidad que obremos para Dios, “Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” S. Mateo 25:23 RVR1960.
La doble bendición del nuestro postrer estado, como le ocurrió a Job, está por llegar para nosotros.
Dios te continué bendiciendo. Maranatha.