
Aparte de nosotros andar en santidad el apóstol Pablo señala también la importancia de dar fruto en toda buena obra. Muchos creyentes se preguntan: bueno ¿qué quiere decir este concepto de dar buen fruto?.
Una y otra vez el Señor Jesucristo nos enseña y las demás escrituras del Evangelio nos llaman a una vida de dar fruto, una vida de productividad para el Reino de Dios. Dar fruto no es una opción para el creyente, dar fruto es una obligación podríamos decir.
Pero no es una obligación estéril, no es algo que nosotros hacemos en una forma legalista sino es algo que se debe desprender espontáneamente de nosotros como resultado de la morada del Espíritu Santo en nuestras vidas. Yo creo que todo lo que un creyente necesita para dar fruto para el Señor es primeramente la presencia del Espíritu Santo dentro de él o de ella y luego un deseo y un propósito de dar fruto al Señor, una conciencia de que para eso estamos puestos en la vida cristiana.
No estamos puestos en el Evangelio para beneficiarnos de la Iglesia o de las enseñanzas de la Iglesia o para heredar la vida eterna. Hoy en día hay mucha gente que viene a la Iglesia simplemente para recibir algo y muchas veces los Pastores estamos muy dispuestos a promover esa idea de la vida cristiana como una vida donde Dios es simplemente un proveedor generoso que nos da todo lo que necesitamos. El dinero que queremos, el matrimonio feliz, la vida de salud, la abundancia financiera pero como que eso es todo y no se habla lo suficiente sobre las responsabilidades del cristiano.
Una de esas responsabilidades como vimos anteriormente es vivir una vida que sea agradable al Señor, una vida de santidad y de un comportamiento que refleje, que sea digno del Señor Jesucristo. Otra obligación, otra expectativa para los hijos de Dios es que nosotros demos fruto, que produzcamos algo que sea de provecho para el Reino de Dios, para la Iglesia de Jesucristo, para el avance de los propósitos de Dios aquí en la Tierra. No solamente para recibir nosotros sino también como fruto de la Presencia del Espíritu Santo y los dones del Espíritu en nosotros que nosotros nos esforcemos también para ser provechosos al Reino de Dios.
Eso quiere decir que nosotros a lo mínimo tenemos que orar por nuestra Iglesia, por los pastores como decíamos antes, por los creyentes. La vida de oración es una de las cosas más básicas de todo creyente. Al nosotros orar, interceder por las personas estamos avanzando el Reino de Dios. El Señor Jesucristo oró: «Hágase Tu Voluntad en la tierra como en el cielo» mostrándonos que nosotros debemos orar simplemente porque la Voluntad de Dios se haga en el mundo.
Otra cosa por la que podemos dar fruto es orando para que Dios bendiga a nuestros líderes seculares. La Biblia nos llama a orar por los gobernantes, por las personas que están en posiciones de poder para que vivamos vidas apacibles y que los gobiernos funcionen como deben gobernar y que nosotros abramos espacio en el mundo para que Dios ponga gobernantes temerosos de Él y para que la política, la historia, la economía avance conforme a los propósitos de Dios en la Tierra. Así que una de las cosas mínimas que nosotros tenemos que hacer es orar e interceder.
Otra cosa mínima, otra forma de dar fruto básica para los hijos de Dios es apoyar el Reino de Dios por medio de nuestras finanzas. Todo creyente debe ser un diezmador, debe ser un dador alegre, debe ser una persona que contribuya para la salud financiera de la comunidad espiritual a la cual pertenece. De paso doy gracias al Señor por aquéllos de ustedes que han expresado deseo de apoyar la obra de Dios Habla Hoy. Esto cuesta dinero y todo lo que tenemos que hacer para mantener estos programas en el aire y la administración de internet.
Y yo sé que algunos de ustedes han expresado deseo de apoyarnos financieramente. Yo quiero animarlos a hacer eso, estamos trabajando para edificar un sistema por medio del cual ustedes puedan contribuir y les animo a mantenerse inquietos para cuando llegue el momento ustedes puedan comenzar a apoyarnos para que podamos esparcir este recurso de Dios Habla Hoy en otros lugares.
Pero definitivamente lo mínimo que nosotros podemos hacer es apoyar a nuestras congregaciones locales y apoyar cualquier cosa que avance el Reino de Dios, las misiones, contribuir para cuando hay una necesidad entre los hijos de Dios, una emergencia, una tragedia o algo nosotros tenemos que estar dispuestos con nuestro dinero a apoyar el avance del Reino de Dios.
Así que ahí tiene usted dos cosas esenciales muy básicas que están a la mano casi literalmente para todos los creyentes, orar e interceder y también dar financieramente para avanzar el Reino de Dios.