Dios es un portentoso defensor de la dignidad, tanto humana como espiritual. Aunque una persona con inclinaciones esclavistas pretenda llevar a cabo planes tendentes a destruir la dignidad de un hijo/a de Dios; no podrá ejecutarlos, tendrás a Dios por delante quien impedirá tal cosa.
Dignidad es algo que luce en lontananza, en escasez, parecería moribunda en la sociedad de hoy, Dios puso Dignidad en nosotros desde el momento mismo en que nos creó:
«Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.» Génesis 1:27 LBLA.
Un valor que no tiene precio, excepcional , el que nos ha entregado el Señor , que tenemos que cuidar y mantener, aunque la mediocridad campee contra ese regalo De Dios. Tenemos excelencia y libertad dadas por nuestro creador, condiciones puestas en nosotros desde nuestros orígenes.
No somos esclavos, aunque intenten que seamos , no estamos por encima de nadie , pero nadie está por encima de nosotros, «Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.» Gálatas 3:28 RVR1960.
Muchas persecuciones y tramas buscan romper la dignidad de las personas, algo contrario al plan De Dios, avasallar a quien sea y al costo que sea ; es el recurso más demandado a la hora de resolver cualquier situación que requiera el uso de la fuerza, usado muy a menudo contra una parte del prójimo que no está en disposición de perder o vender su Dignidad. Que no hace mercado de éste preciado valor dado por Dios.
La Palabra De Dios enseña la clave para una vida exitosa , saludable , bendecida , en paz y prosperada: «»Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados, porque eso nos enseña la Biblia.» Mateo 7:12 TLA.
Frustrados o frustradas se encargan en determinados momentos de planificar daños contra el prójimo, pero Dios está atento a estas manifestaciones.
«Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.» Hechos 10:34-36 RVR1960.
La Biblia narra cómo Job sufrió fuertemente a causa de actuaciones que buscaban descartarlo por medio de violentar su dignidad, pero Dios le dijo: «Adórnate ahora de majestad y dignidad, y vístete de gloria y de esplendor. Derrama los torrentes de tu ira, mira a todo soberbio y abátelo, mira a todo soberbio y humíllalo, y pisotea a los impíos donde están. Escóndelos juntos en el polvo; átalos en el lugar oculto. Entonces yo también te confesaré que tu mano derecha te puede salvar.» Job 40:10-14 LBLA.
Compartimos esta historia como una manera de poder ver la forma en que actúa Dios cuando se trata de arrinconar a una persona para basurear su dignidad y valía.
En la siguiente lectura encontramos un grupo de personas tratando de menospreciar la dignidad de Jesús por su trato afable y caballeroso hacia su prójimo: «Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?» S. Marcos 2:16 RVR1960.
No tememos ante intentos de otros para dañarnos , Dios defiende nuestra causa: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.» Romanos 8:28-39 RVR1960.
Maranatha