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No permitan que el ruido de este virus les impida escuchar la voz de Dios

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Juan 10:27-28

Estoy de acuerdo con esta palabra que escribió hace unos días Danny Steyne. El dijo: “Creo que la pandemia que han provocado los medios de comunicación sobre el coronavirus ha comenzado a atropellar los hogares y la vida de la Iglesia, pero será la FE y la UNIDAD las que traerán la victoria final para derrotar el virus más cruel que ha sido una pandemia mucho más grande que el coronavirus. Se llama «TEMOR» e impide que los creyentes crean. Se sienta sobre ellos para mantenerlos bajo su control. Los aprisiona en sus garras, y solo un llamado a volver a «las obras que hiciste al principio» (Apocalipsis 2: 5) liberará la FE nacida del AMOR que negará a todos los enemigos de la Cruz cualquier asalto adicional. ¡Debemos avanzar hacia la fe en lugar de al temor, ahora! Unas horas más tarde, escuché al Señor decir: «Y AHORA, voy a liberar a Mis superhéroes. Ellos detendrán este virus por completo, y debido a la manera en que se detendrá en un de repente, muchos creerán en Mí. Se moverán por amor acompañados de fe, desconocida para los hombres, pero conocida para Dios”.

1 Juan 5: 4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

“Dile a Mis hijos que estoy a punto de subir el volumen de Mi Voz. Hay mucho ruido en el mundo, hay gritos haciéndole campaña a todo el señorío del mal, y todos tienen una voz. Aquellos cuyos oídos han sido contaminados por las cosas que están sucediendo en el mundo ahora tendrán una oportunidad para escuchar Mi Voz como nunca antes la han escuchado. Para esto, es necesario que comiencen a tener el deseo de escucharme más allá de todo lo que ocupa su tiempo; todo lo que está hablando a su vida y es una distracción para ustedes en este mundo. Ya sea la radio, la televisión, o la voz de las personas, todas esas cosas que pueden llegar a ser una distracción para ustedes y que les prohíben escuchar Mi voz, dice el Señor. Porque esto es necesario, Yo velaré por ustedes, y los llevaré a la plenitud del Reino que les he preparado. Y, porque todas las cosas que están escritas sucederán, ahora deben escuchar Mi Voz. Les hablaré en maneras que ustedes no están acostumbrados. Derramaré de Mi Espíritu sobre ustedes y les mostraré señales en la tierra y arriba en los cielos. Yo los guiaré por tranquilas aguas de modo que ustedes puedan acallar su alma y se aquieten todas aquellas cosas que les son obstáculos para que ustedes verdaderamente me puedan escuchar, dice el Altísimo”. (Bill y Marsha Burns)

Lucas 6:47-48 Voy a decirles a quién se parece todo el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica: Se parece a un hombre que, al construir una casa, cavó bien hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida.

ENFOQUENSE. Pongan sus ojos en Jesús y en lo que El está haciendo. Si se despiertan y no pueden pensar en nada, miren las cosas más pequeñas por las que pueden estar agradecidos. Denle las gracias por eso. Magnifíquenlo y pronto el gigante no se verá tan grande.

HABLEN CON DIOS conversen con El durante todo el día. ¿Qué está diciendo sobre los obstáculos a su alrededor o las cosas con las que están luchando? Denle a su voz influencia y peso.

PASEN TIEMPO EN ADORACION DIARIAMENTE. Esto sacará su cabeza de ese lugar disperso. Las alabanzas les brindan la oportunidad de que la paz descanse sobre esos lugares en los que se han sentido inquietos. También obtendrán una perspectiva más alta de lo que estás enfrentando.

COMAN DE LA PALABRA DE DIOS y de las promesas que Él les ha hecho. ¿Qué áreas de su vida están abiertas a ser influenciadas por la negatividad y la información de los medios de comunicación que roba su gozo y paz? Cambien su fuente de alimentación. 

Salmos 42:11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.

Con amor y oraciones.

Fuente:
Magie de Cano

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