Una de las razones por las que la gente critica del evangelio es porque, si no se entiende el contexto cultural en el que se dieron los hechos, no puedes mirar lo que Dios está haciendo. No todas las historias de la Biblia son presentadas, necesariamente, para que nosotros hagamos lo mismo, sino para que entendamos cómo Dios operó dentro de la cultura en ese tiempo. No es que Dios estuviera poniendo un sello de aprobación a ciertas cosas.
Esto lo vemos, por ejemplo, en la historia de Rut. Booz adquiere de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, tomando a su vez por mujer a Rut, para restaurar el nombre del difunto, como era costumbre hacer en aquel entonces. Ese era el contexto cultural, y Dios usa el contexto cultural, para cumplir su propósito. Lo que pasó en esta historia, aseguró la descendencia de Jesús.
En medio del caos, Dios usa ese contexto cultural para manifestar Su gloria. Hoy día, Dios utilizará el momento cultural que estamos viviendo, y la difícil situación económica del gobierno para manifestar Su gloria y cumplir Su propósito en nosotros. Dios nos va a redimir de esta circunstancia difícil.
Por la mala situación que había, Elimelec junto a su esposa Noemí y sus dos hijos se mudaron para los campos de Moab. Muere Elimelec, llega hambre a Moab y mueren sus dos hijos. Noemí decide regresar a Belén y le dice a sus nueras que escogieran quedarse o irse. Ruth su nuera le contesta: Dondequiera que vayas, iré; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
Noemí regresa a Belén con su nuera Ruth quien comienza a trabajar en los campos recogiendo espigas. La ley en aquel tiempo decía que había que dejar espigas, para que, aquellos que estaban en necesidad, las recogieran. Hay gente que, como Rut, no menosprecia las espigas porque, aunque hay unos que se mueren por no recoger las espigas, hay otros que, con una espiga, cambian toda su vida.
A distancia, Booz observa a Ruth y comienza a investigar quién era Ruth. Al escuchar la historia de que era una moabita que decidió creerle a Dios, y viendo que era una mujer trabajadora, se interesó aún más en ella; al grado tal, que fue a la puerta a reclamarla.
Dios tiene gente preparada, mirándote mientras tú recoges las espigas. Lo que tú te debes preguntar es: ¿Qué estoy haciendo yo en este tiempo de crisis? ¿Te estás viendo atractivo para tu próximo jefe o te ves amargado que no recoges o desperdicias las espigas? ¿Cómo te estás proyectando ante la gente que Dios quiere influenciar para bendecirte?
No es con tus palabras que influenciarás a estas personas, sino con tu actitud de trabajar, en medio de la crisis, tu actitud de creer que Dios te va a suplir y, si lo que tienes que hacer en este tiempo es recoger espigas, recógelas, sabiendo que de ahí Dios te va a sacar. Entiende que el Dios Todopoderoso te está viendo, y también alguien que él ha puesto para bendecirte.