Exodo 10:8-11 Definitivamente que a simple vista sin reflexionar mucho nos parece ilógico que en un país como el nuestro (El Salvador) en el cual hay miles de iglesias, donde habemos millones de cristianos, en un país en el cual en cada colonia, en cada barrio, en cada cantón hay iglesias de diferentes denominaciones, seamos un país tan lleno de violencia, no parece algo lógico que sean los jóvenes de nuestro país los que están causando tanto dolor, tanta aflicción y sufrimiento a causa de la delincuencia.
Pero al reflexionar en los versículos que hemos leído encontramos la respuesta del porque esto es así, pues en el texto vemos que la estrategia que faraón quería usar con él pueblo de Israel es la misma estrategia que hoy en día satanás está utilizando para afectar nuestras familias cristianas, es la misma estrategia que está usando para esclavizar a nuestros hijos en el pecado, no solo en las pandillas y la delincuencia, sino también en vicios, en él sexo libre, y estilos de vida que lo único que pueden traer a sus vidas es destrucción y fracaso.
Pero ¿cuál fue la estrategia que usó faraón y que satanás utiliza hoy en día en contra de nuestros hijos ? La respuesta la encontramos en los Versículos 10 y 11:
Moisés quería que faraón lo dejara salir de egipto para adorar a Dios con sus hijos e hijas, con sus niños y niñas, pero faraón no se lo permitió, él les dijo vayan ustedes los adultos, vayan ustedes y adoren a Dios, pero yo me quedo con sus hijos e hijas, yo me quedo con sus niños y niñas.
Esto nos hace reflexionar en algo que a todo cristiano a todo hijo de Dios nos tiene que hacer reflexionar: para satanás no es problema que los adultos vayamos al culto para adorar a Dios, no le es problema que solo pasemos en la iglesia, que sirvamos en ministerios, que estemos en todos los cultos el domingo, etc pero que dejemos a nuestros hijos en Egipto, el quiere que dejemos nuestros hijos a su disposición.
En la actualidad tenemos una generación de jóvenes que viven vidas perdidas en vicios, en grupos delincuenciales, en fornicación, en homosexualismo, en pornografia, y sus padres son cristianos evangélicos, tenemos muchos casos de jóvenes delincuentes con padres servidores y pastores, ¿porque? porque los adultos estábamos en la iglesia adorando a Dios, mientras nuestros hijos estaban en casa, estaban con los amigos de la colonia, estaban con el novio o con la novia, mientras nosotros nos fuimos a la iglesia para adorar al Señor.
¿Por qué faraón y también satanás utilizaron esa estrategia? Para garantizar una nueva generación de esclavos!!
Faraón no podía quedarse sin esclavos, aunque los padres de familia se fueran y no volvieran, pero él tenía a sus hijos, tenía niños y niñas que seguirán siendo esclavos a su servicio y eso es exactamente lo que satanás quiere de nuestros niños y jóvenes, una generación de esclavos.
¿QUE SIGNIFICA UNA GENERACIÓN DE ESCLAVOS? Significa una generación sin sueños, una generación sin metas, esclavizados en las redes sociales, esclavizados en relaciones sentimentales destructivas, esclavizados en vicios, esclavizados en un grupo delictivo.
¿cómo podemos vencer nosotros esa estrategia de satanás? ¿como podemos arrebatarle nuestros hijos al enemigo??
TOMANDO DECISIONES VALIENTES EN FAMILIA (JOSUE 24:15)
Es duro reconocerlo pero en nuestros hogares cristianos ir a la escuela es obligatorio pero ir a la iglesia es opcional para nuestros hijos.
Como padres tenemos que reconocer que dejar a nuestros hijos en casa mientras nosotros estamos adorando a Dios significa dejar a nuestros hijos en Egipto, significa que ellos pueden llegar a ser parte de una generación de esclavos.
Josue lo dijo claramente: yo y mi casa! Y así como por muchos años se nos ha enseñado: el que vive bajo nuestro techo, el que come en nuestra mesa, tiene que adorar a Dios con nosotros.
TENEMOS QUE VER A NUESTROS HIJOS COMO DIOS LOS VE (ISAIAS 43:4)
Para Dios nuestros hijos son de gran valor, de gran estima, pero lastimosamente para muchos cristianos sus hijos tienen tan poco valor que no los llevan a escuchar la palabra de Dios.
Cada vez que yo no traigo a mis hijos a la casa de Dios, cada vez que permitimos que se queden haciendo cualquier otra cosa y no adorar a Dios, estamos poniendo sus vidas poco a poco en manos de faraón. Tenemos que valorar la vida de nuestros hijos, no tomemos las cosas a la ligera, tanto para nosotros como para nuestros hijos las palabras de Jesús son reales: Separados de mí nada podéis hacer.
TENEMOS QUE PELEAR LA BATALLA DE LA FE (2 CORINTIOS 10:4)
Quizás nuestros hijos ya no son unos niños, quizás ya son jóvenes o adultos y han crecido lejos de los caminos de Dios, o se han alejado de él, quizás ya no podemos obligarlos a venir a la casa de Dios, quizás en este momento ellos no quieran nada con Dios.
¿Que vamos a hacer? ¿nos vamos a quedar con los brazos cruzados mientras satanás nos roba a nuestros hijos?
Nosotros como padres y madres cristianos tenemos que pelear la batalla espiritual por ellos, recordemos que nuestros hijos no son nuestros enemigos, muchas veces los tratamos a ellos como enemigos. Satanás es nuestro enemigo, tenemos que orar, tenemos que clamar, tenemos que ayunar, tenemos que usar todas las armas espirituales que están a nuestra disposición, ¡Pero no vamos a dejar a nuestros hijos en Egipto!