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Mujer, Sueña

¿Sabes realmente lo que es un sueño?  Muchos piensan que un deseo es un sueño, que una meta es un sueño, pero una meta es algo que tú haces una vez tienes un sueño, no lo puedes hacer antes.  Una vez entiendes lo que es un sueño, comienzas a darle forma.

Una de las maneras de dar forma a tus sueños es teniendo un tablero de sueños.  Hay personas un tanto más religiosas que pelean con este concepto porque lo sienten “nueva era”, pero la palabra del Señor nos dice en Habacuc que plasmemos la visión para que podamos correr con ella.  No hay nada malo con tener un lugar en tu casa donde tú puedas plasmar tu visión, tus sueños, las cosas que anhelas.

Una vez hayas definido claramente tu visión, una vez has definido tus sueños, y sabes la diferencia entre lo que es un sueño y lo que es deseo, entonces comienzas a trabajar con diferentes áreas de tu vida para perseguir esos sueños.  Un tablero, por ejemplo, lo pones en un lugar donde tú sepas que lo vas a ver constantemente, a diario, y es algo que te puede ayudar a mantenerte enfocado.

Dios quiere activar tus sueños y Él quiere soñar a través de ti.

Hace algunos años, en su libro Partera de Sueños, la premisa de la Pastora Omayra era muy sencilla: Detrás de cada historia de éxito, casi siempre podemos ver la presencia de una mujer.  Las mujeres no solamente nos enfocamos en nuestros sueños, sino también en los de aquellos a nuestro alrededor.  Y tú tienes que aprender a canalizar tus sueños porque soñamos con que nuestros hijos tengan éxito, por ejemplo, pero tú también puedes tener tus propios sueños.  Tus sueños también tienen espacio en el reino de Dios, y tú puedes alcanzarlos.

Para entender esto, es importante que la mujer trabaje con su valor propio.  Por esto, el primer libro publicado de esta serie de libros dirigidos a la mujer, se llama Mujer, Valórate.  Tenemos que trabajar con nuestras heridas del pasado, conocer el valor que Dios nos dio, para entender que somos importantes, que cuando Dios pone algo en tu corazón es porque Él quiere que tú lo alcances, y porque Él sabe que tú lo puedes alcanzar.

Los sueños son tan poderosos, que cuando el profeta Joel da la profecía acerca del derramamiento del Espíritu Santo, dice que los ancianos tendrán sueños, y los jóvenes, visiones.  El Espíritu Santo despierta en ti el deseo de soñar y de ver las visiones que Dios tiene para ti.  Lamentablemente, por causa de muchas cosas en la vida, nos ponemos límites, nos atrasamos y no permitimos que el Espíritu Santo fluya a través de nosotros.

Pedimos a Dios contigo que el Espíritu despierte en ti esos sueños, esas visiones; que no te veas limitado nunca más.

Fuente:
Pastora Omayra Font

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