Monjes budistas reciben el Evangelio NEPAL.- Monjes budistas conocieron a Cristo en su mismo monasterio, cuando misioneros les predicaron del mensaje del Evangelio, en un pueblo de las alturas del Himalaya.
Tyler y un grupo de misioneros, que distribuían Biblias y predicaban la Palabra de Dios en una aldea, se encontraron con un monje que les dio la bienvenida. «Soy Jems», dijo en perfecto inglés. «Les hemos estado observando, porque es muy raro que vengan extranjeros a nuestro pueblo. ¿Les gustaría entrar a nuestro monasterio?», les dijo, según el sitio God Reports.
Tyler y sus compañeros se miraron con asombro y no sabían qué hacer. Sintiendo que era de parte de Dios, ingresaron y vieron que había varios hombres y niños de todas las edades, que estaban estudiando.
«Nosotros somos seguidores de Jesús, Nuestro Dios es más grande que cualquier otro dios», dijo Tyler al monje Jems, quien estudió con el Dalai Llama en Dharmsala, India y aprendió Inglés allí.
«Una vez escuché de Jesús en la India, pero no fui capaz de buscar alguna literatura para saber quién era», respondió el monje. Uno de los misioneros le dijo: «Si quieres podemos presentarte a Jesús a través del poder del Espíritu Santo». Entonces el monje dijo que si, y Tyler procedió a orar y puso sus manos sobre él.
«Después nos dijo que él nunca había sentido esta paz. Le obsequiamos una Biblia, y luego insistió en que volvamos por la mañana para orar por sus otros amigos», cuenta Tyler.
A día siguiente se dirigieron al monasterio y fueron recibidos por otro monje. Este les dijo que había oído hablar de Jesús, hace 15 años, cuando un hombre llegó a su aldea y contó historias acerca de Jesús, pero no llegó a saber más, por lo que no entendía plenamente quién era Jesús.
«Afortunadamente, teníamos un traductor y le explicó el Evangelio y le dimos una Biblia. Él se mostró contento y muy agradecido, y nos dijo que quería saber más y que iba a orar pidiéndole a Jesús que se revelarse a él. Nos alegró muchísimo la bondad de Dios. Repartimos más Biblias a los monjes y con alegría saltamos por la montaña para recordar con gratitud el día que Jesús invadió un monasterio budista!», concluyó el misionero.
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