La crisis político social que aqueja Venezuela, se ha visto agravada con la desaparición de productos básicos, la hiperinflación, el cierre de empresas como fuente de empleos, el éxodo masivo de venezolanos fuera de sus fronteras y el aumento de ciudadanos en situación de indigencia. Sin embargo, el número de iniciativas sociales dentro y fuera de Venezuela ha aumentado y con ella la cantidad de corazones tocados y bendecidos por cada gesto hecho con amor.
“Jesús: Camino, Verdad y Vida” es el nombre que adoptó el movimiento social iniciado por Magaly Terán de la iglesia Encuentros con Dios, ubicada en Caracas, capital de Venezuela.
La misma tiene como objetivo compartir alimento espiritual y físico a niños y adultos en situación de calle e indigencia.
“Magaly Terán, ella fue la persona que inicialmente con los recursos que el Señor le proveyó comenzó a preparar algunas comidas y vino a este lugar a entregarlas. Luego se les fueron uniendo varios hermanos, luego como al mes me integré yo con mi familia”, dice Rodolfo Terán, presidente de la Fundación Jesús: Camino, Verdad y Vida.
A principios del año 2017, ella decidió salir sola a repartir alimentos en las calles de Caracas, realizando largas caminatas en distintas zonas que suelen frecuentar las personas en situación de calle, con el fin de hablarles de Cristo y compartir alimentos.
Poco después varios amigos de Magaly se interesaron por esta labor. Los comentarios a favor del movimiento fueron creciendo, y esto dio paso a la conformación de una red de voluntarios integrada por pastores y miembros de diferentes iglesias que eligieron apoyar esta causa.
“Somos prácticamente, cuatro iglesias base y tres hermanos que vienen de otras iglesias. Aunque hay varios, inclusive unas doctrinas distintas, estamos unidos con la unión del Señor”, dice Alexander Hernández, pastor de la iglesia Reconciliación en Cristo.
Cada uno de los voluntarios comparte de lo que tienen en sus hogares, como envases de comida, caramelos, frutas y todo aquello que desean compartir.
Con más de 7 meses activos, la fundación cuenta con más de 30 voluntarios que semanalmente se reúnen para preparar alimentos, orar y colocarse en marcha hacia el encuentro con esta comunidad que habita en las calles.
Actualmente los encuentros informales en las calles cuentan con un total aproximado de 200 personas, divididos en dos grupos de 120 adultos y 80 niños.
“La idea es crearles orden y disciplina, y que sepan que sí van a tener lo que les estamos ofreciendo y que sea igual para todos, no hay privilegiados aquí todos son nuestros niños amados”, precisa María Milagros, encargada de los niños.
Cada alimento está acompañado de un mensaje escrito y hablado, quienes deciden quedarse después de repartir los alimentos escuchan un mensaje conciso sobre Jesús adaptado a su edad y situación.
“Estamos buscando que las personas que vienen aquí, no solo coman, sino que escuchen la Palabra que es lo principal”, indica Hernández.
Los asistentes son censados, tanto a niños como adultos se les ofrece la posibilidad de ir a una casa de asistencia llamada Clamor en el Barrio ubicada al este de la capital, donde reciben atención física y ayuda espiritual. Fuente:cbnnews