En su visita a España con motivo de la celebración de FestiMadrid, Luis Palau ofreció una entrevista al programa Buenas Noticias TV, el espacio evangélico en Televisión Española (TVE).
El veterano predicador habló sobre su situación de salud delicada, pero sobre todo expresó su confianza en los planes de Dios. Además habló sobre el crecimiento evangélico a nivel mundial, los retos para los evangélicos en España o la participación en política.
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Palau procede de una familia catalana que emigró a Argentina. Durante la entrevisa repasó su vínculo con España. “Es como mi propia patria, uno ve las raíces y la historia… Siento una gran carga espiritual por España. Ahora que tengo este cáncer que parece que me quedan solo unos meses de vida, tenía una ganas tremendas de volver”.
En referencia a FestiMadrid, explicó que “vine porque quería darle un último beso a España, y creo que será el último festival de mi vida. En Madrid terminaré la obra que empecé hace 59 años”.
En referencia al cáncer que padece, explicó que no tiene ningún temor a la muerte, solo la desazón que produce el separarse de los seres queridos. “Lo que me hizo llorar no tenía que ver con morir, porque uno se va a estar con Cristo al instante. Salimos y estamos para siempre con el Señor. Pero fue un pensamiento de… “no voy a poder llamar a mis hijos”. En cuanto al cielo, siempre que predico es que la paz de Cristo es real. En cuanto deje el planeta Tierra estaré en la presencia del Señor, eso es lo que Dios le enseña”.
AVIVAMIENTO ESPIRITUAL
Palau explicó que sueña con un avivamiento espiritual para Europa que comience por España. “Europa necesita un despertar. Nadie mira a España como si fuera una capital bíblica, sino secular, donde el respeto a la religión es mínimo. Pero de España puede salir un despertar espiritual para toda Europa”.
En cuanto al pequeño porcentaje de evangélicos en España, para Palau esto no supone un impedimento. “Algunos pueden decir: somos pocos, no tenemos gran influencia, no hay gente de dinero… Pero Dios usa lo que no es para avergonzar a lo que es. Sería un sueño. Hay miles de personas orando porque desde España surja un avivamiento espiritual. Los líderes deben motivar a orar y a buscar una estragegia bíblica para que Europa oiga la voz de Dios”, expresó.
Sobre el liderazgo evangélico, Palau expresó que “los españoles tienen líderes con buena educación humana y teológica, pero ahora hay que popularizar (el mensaje) para ganar a las masas para Cristo”.
Además compartió algunas ideas de su dilatada experiencia ministerial. “En mi juventud creía que los avivamientos venían de arriba hacia abajo. Pensabamos en ganar a los presidentes, a los senadores, creyendo que íbamos a influenciar al país. Pero al estudiar la historia veo que los avivamientos comienzan de la juventud y la gente pobre y humilde, que no tiene tanto orgullo y prejuicio”, afirmó.
“No creamos que el avivamiento vendrá porque algún gran líder se convierta. Comienza entre los pobres. Por eso doy un mensaje de ánimo y valor. Hagamos que Dios sea honrado en gran manera usando a España, donde somos pocos y sin mucho dinero. Y mantengamos el mensaje sencillo. Cuanto más viejo soy, más sencillo presento el evangelio y más gente se entrega a Cristo”, dice Palau.
Para Palau, el poder del evangelio es el que puede obrar cambios. En su vida ha aprendido que la confianza en la Biblia es clave: “si uno anda con titubeos en cuanto a la Palabra de Dios, mejor que deje de ser predicador cristiano”.
EVANGÉLICOS EN POLÍTICA
El crecimiento evangélico en países de América, como Brasil, les ha llevado a ser un factor importante en la política. Palau explicó que la participación de evangélicos en política es “un tema profundo” y que “a lo largo de los años he visto los peligros y las ventajas de estar en política”.
“Si un evangélico tiene el llamado, que haga política pero que no pida votos por ser cristiano evangélico, sino que su política, sus planes sean tan sanos que incluso los no evangélicos voten por él, y luego cuando esté en el poder que practique los principios bíblicos y no se deje corromper”, afirma el predicador argentino.
“En cuanto a los pastores, tenemos que tener un cuidado muy especial. Como predicador evangélico, yo no puedo entrometerme en política de partido. Claro que tengo opinión, pienso, y voto, me gusta que el voto sea secreto”, explica.
Para Palau, la misión del predicador debe estar por encima de la política. “El reino de Dios está por encima de los reinos de este mundo. Como predicador de la Palabra de Dios estoy para proclamar el reino de Dios, y los reinos del mundo son importantes, pero secundarios. No tengo el derecho de venir a Madrid y decirle a los españoles cómo votar. El predicador tiene que cuidarse porque en su congregación habrá gente de derecha, de izquierda y de centro. Yo estoy aquí para proclamar la Palabra de Dios y no para ofender ni determinar a quién se debe votar”.
EL EVANGELIO EN EL MUNDO
Palau afirma que a nivel mundial se vive un momento “estupendo” en cuanto a la expansión del evangelio.
“No solo en América Latina: En África crece el evangelio. En India, en China, a pesar de la presión… La obra de Cristo crece en todo el mundo”.
Aunque “Europa es la zona más dura”, considera Palau. “Quizá por la guerra, el intelectualismo anticristianismo y ateo ha provocado esa dureza. Pero a nivel mundial es un momento glorioso. Hay que aprovechar el momento. Porque a veces las puertas se abren solo por un tiempo”.