Esa risa expresa en esa foto un gozo en mi corazón, y se dio cuando el pastor argentino David Greco terminó de predicar al finalizar un seminario…
Muchos fueron a saludarle tras culminar su servicio, y fue cuando le dije a una amiga que me acompañaba: vamos para saludarlo y llevarnos más bendición.
Ella me dice: no, me quedo aquí, porque esa fila es muy larga. Y ¿cómo usted lo va hacer?, me preguntó.
Le respondí: Tengo fe de que voy a llegar sin tener que hacer fila. Así que no razoné, salí y sin darme cuenta estaba a su lado.
Él, asombrado, me dijo: ¡y esta mujer!, ¿cómo hizo para estar de repente aquí en medio de esta multitud?, a lo que respondí: Pastor soy la sierva del TPD, la que tiene 13 años hablando y testificando de la fe de Dios.
Se queda mirándome y me dice: ya sé quién eres. ¡Hecho está!!! Me puse súper contenta porque vi que Dios me está permitiendo ver frutos antes sembrados.
Dios es fiel, bueno y da testimonio de la manifestación en el espíritu.