![Si alguno quiere venir](https://tabernaculoprensadedios.com/web/wp-content/uploads/2025/02/oojxj111sri.avif)
MATEO 16:24-25 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
A muchos de nosotros que somos servidores del Señor en nuestra iglesia nos cuesta apartar de nuestro tiempo para servir a nuestro Dios, nos cuesta congregarnos con constancia, se nos vuelve difícil dejar de lado o poner un alto a nuestros afanes laborales o del hogar para servir al Señor con amor y dedicación.
Es por eso que es muy importante que todos respondamos esta pregunta: ¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO ENTREGARNOS DE LLENO PARA SERVIR AL SEÑOR?. Y la respuesta a esta pregunta la encontramos en los dos versículos que hemos leído para comenzar:
I) NOS CUESTA ENTREGARNOS DE LLENO PARA SERVIR AL SEÑOR PORQUE NO TENEMOS LA MADUREZ ESPIRITUAL PARA COMPRENDER QUE NO PODEMOS SERVIR AL SEÑOR SIN TOMAR NUESTRA CRUZ
(MATEO 16:24) Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Cada uno de nosotros tenemos que comprender que seguir a Cristo y servir a Cristo implica SACRIFICIO, la cruz no es un símbolo de comodidad, la cruz no es un símbolo de tranquilidad, la cruz es un símbolo de SACRIFICIO.
Los servidores de cristo tienen que ser MADUROS ESPIRITUALMENTE para comprender esta verdad espiritual: POR LAS BONDADES DE DIOS EN NUESTRA VIDA ÉL QUIERE QUE ESTEMOS DISPUESTO A SACRIFICAR LO QUE SEA NECESARIO PARA AGRADARLE (Romanos 12:1) Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
La madurez espiritual es lo único que nos permite comprender que EL SEÑOR NO ACEPTA EXCUSAS cuando se trata de su llamado a nuestra vida (Lucas 9:57-62) Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59 Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
II) NOS CUESTA ENTREGARNOS DE LLENO PARA SERVIR AL SEÑOR PORQUE NO TENEMOS LA MADUREZ ESPIRITUAL PARA COMPRENDER QUE NO PODEMOS SERVIR AL SEÑOR SIN PONER NUESTRA MIRADA EN LA ETERNIDAD
(MATEO 16:25) Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
Lastimosamente muchos cristianos tienen la idea errónea que entregarse más al servicio al Señor significa perder su vida, es decir, piensan que es perder el tiempo que puede ser usado para el trabajo, para los negocios, para el estudio, para los quehaceres del hogar, para el descanso, para las amistades o para cualquier otra cosa.
Pero solamente un cristiano maduro puede comprender las palabras del Señor, que nos declaran que entregarse más al Señor es todo lo contrario de lo que muchas personas piensan: PERDER LA VIDA POR CAUSA DEL SEÑOR ES GANAR EN LA ETERNIDAD.
Es por eso que hoy vale la pena tomar el ejemplo del misionero estadounidense llamado JIM ELLIOT, quien realizó un viaje misionero a ecuador, y con él viajaban cuatro misioneros más para llevar el evangelio a los Guaraníes en Ecuador.
Todos sus amigos y familiares les decían que estaban locos por hacer ese sacrificio de sus comodidades para hacer ese viaje a la selva a predicar el evangelio a personas que los podían matar, les decían que estaban locos por dejar a sus familias por hacer ese viaje tan peligroso, pero él dijo una frase que nos debe hacer reflexionar a cada uno de nosotros : “NO ES TONTO EL QUE DA LO QUE NO PUEDE CONSERVAR, PARA GANAR AQUELLO QUE NO PUEDE PERDER”.
Esto nos hace recordar y reconocer que por más que cuidemos la vida, NO LA PODEMOS CONSERVAR, pero si damos la vida por servir al Señor vamos a ganar algo que NUNCA PODREMOS PERDER, es decir, los tesoros, los galardones, las coronas que el Señor tiene para nosotros EN LA ETERNIDAD (Mateo 6:19-21) No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Y tenemos que saber que Jim Elliot y sus cuatro compañeros misioneros fueron asesinados por los Guaraníes en Ecuador, perdieron la vida, PERO GANARON TESOROS PARA TODA LA ETERNIDAD.
CONCLUSIÓN. Servir al Señor con entrega y dedicación requiere madurez espiritual. Esta madurez nos permite comprender que seguir a Cristo implica sacrificio, negarnos a nosotros mismos y tomar nuestra cruz diariamente. No se trata de perder la vida, sino de ganar la eternidad. Como Jim Elliot y sus compañeros, estamos llamados a dar lo que no podemos conservar para ganar lo que nunca podremos perder.