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Los celos en la familia

TEXTO: SANTIAGO 3:16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.

Verdaderamente los celos son un tema que generalmente nos hace pensar en cosas negativas, en pleitos, reproches, resentimientos, y amarguras. Como lo dice el versículo que hemos leído para comenzar, donde hay celos hay perturbación y se pueden llegar a realizar obras perversas, es decir, muchas veces los celos pueden llevar a las personas a cometer actos llenos de maldad.

Pero tenemos que comprender que los celos no solamente tienen un lado negativo, sino que dentro de nuestra familia la palabra CELO puede ser útil para cosas positivas, para tener actitudes buenas que ayudan  a la armonia del matrimonio y de la familia y para que la bendición de Dios esté siempre en nuestro hogar.

VEAMOS ALGUNOS EJEMPLOS DEL LADO POSITIVO DE LOS CELOS EN LA FAMILIA.

I) CELO POR LAS COSAS DE DIOS, PARA AGRADAR AL SEÑOR (2 Corintios 11:2) Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.

En nuestra familia tenemos que tener celo de Dios, es decir, el deseo de agradar a Dios, en todo lo que hacemos, en nuestra casa , en nuestra iglesia y en todo lugar.

Veamos este texto que hemos leído en la Traducción Lenguaje Actual (TLA) Dios ha hecho que yo me preocupe por ustedes. Lo que quiero es que ustedes sean siempre fieles a Cristo, es decir, que sean como una novia ya comprometida para casarse, que le es fiel a su novio y se mantiene pura para él.

Ese es el deseo que tenemos que tener para con nuestra familia, para con nuestros hijos, que procuremos que nuestra familia sea fiel con el Señor, que nuestros hijos hagan lo que agrada al Señor y eviten aquello que es desagradable al Señor.

NO PODEMOS SER CÓMPLICES DEL PECADO EN NUESTRA PROPIA CASA (Job 11:14) Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, Y no consintieres que more en tu casa la injusticia,

Como padres fallamos en tener celo de Dios cuando nos damos cuenta del pecado de nuestros hijos y somos indiferentes, (1 Samuel 3:13) Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado.

II) CELO POR CUIDAR A LA PERSONA QUE AMAMOS (Cantares 2:4) Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor.

Muchas personas quisieran poner una bandera sobre la persona que aman pero una BANDERA DE PROPIEDAD, una bandera que diga “ESTE HOMBRE ES MIO” o “ESTA MUJER ES MÍA” no la miren, no lo toquen, alejense, porque es propiedad privada.

Pero el texto nos dice que la bandera que debemos poner es AMOR es decir, no necesitamos pelear con las personas ajenas si la persona que amamos se siente amada, valorada, cuidada, y satisfecha, como lo dice la palabra del Señor (Proverbios 27:7) El hombre saciado desprecia el panal de miel; Pero al hambriento todo lo amargo es dulce.

Debemos ser celosos, es decir, cuidadosos de los detalles para nuestra persona amada, para nuestra esposa o para los esposos, esos detalles que nos hacen darnos cuenta que no hay nada mejor que lo que tenemos en nuestro hogar. (Proverbios 5:18-20) Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, 19 Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. 20 ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, Y abrazarás el seno de la extraña?.

AHORA VEAMOS ALGUNOS EJEMPLOS DEL LADO NEGATIVO DE LOS CELOS EN LA FAMILIA:

III) CELOS Y ENVIDIAS ENTRE HERMANOS (GÉNESIS 37:4) Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. 4 Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente.

Podemos ver que una de las causas de los celos, las envidias y los pleitos entre hermanos es por causa de las preferencias de los padres hacia un hijo o una hija, que solamente ese hermano o hermana recibe todo el cariño, toda la atención, y nunca recibe la disciplina ni el castigo.

Como padres tenemos que tener sabiduría y fomentar rivalidades entre nuestros hijos e hijas, para nosotros siempre el amor debe ser igual, así como también la disciplina, y la corrección o el castigo.

No debemos hacer comparaciones pues tenemos que comprender que cada persona es diferente en su personalidad, en sus habilidades y en sus debilidades.

Pero también los hermanos y hermanas no deben tener envidia o enojo contra su hermano que se ha esforzado, que valoro y aprovechó las oportunidades que sus padres les brindaron a todos pero que quizás algunos desaprovecharon por andar por caminos equivocados o por tomar malas decisiones.

Tampoco los hermanos deben sentirse celosos o enojados del amor y el apoyo que los padres le dan al hermano o hermana que por haber tomado malas decisiones necesita más apoyo (Lucas 15:28-32) Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. 30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. 31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. 32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

IV) CELOS ENFERMIZOS POR NUESTRA PAREJA (Cantares 8:6) Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.

Un diario de Inglaterra publicó que la mujer más celosa de Reino Unido se casó con su novio al que siempre hacía pasar por un detector de mentiras cuando llegaba a casa.

Llegar a esos extremos son celos enfermizos, es decir, ya no son celos de cuidar a la persona amada, sino CELOS POSESIVOS, ENFERMIZOS,

Los celos enfermizos son un delirio, una obsesión, en la cual la persona que lo sufre está firmemente convencida de que su pareja le es infiel, y viven tratando de buscar pruebas que lo demuestren, por ejemplo, tratando de conseguir las contraseñas de las redes sociales, entrar a escondidas en el teléfono celular de su pareja, etc.

Pero esos celos en lugar de evitar que la otra persona se vaya con alguien lo que hacen es alejar a la persona, crean conflictos y pleitos constantes, y dañan el corazón tanto del que cela como del que sufre los celos.

ES NECESARIO RECONOCER QUE SE NECESITA AYUDA, ES NECESARIO HABLAR CON SINCERIDAD Y PEDIR AYUDA PRIMERAMENTE DE DIOS, Y SI ES NECESARIO TAMBIÉN APOYO PROFESIONAL Y PASTORAL.

Es necesario buscar ayuda antes que los celos nos lleven a cometer locuras (Proverbios 6:34) Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza.

Fuente:
PASTOR OSCAR FLORES | EL SALVADOR

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