En la Biblia Dios utiliza diversos métodos para hablar a su pueblo, entre ellos usa símbolos y ejemplos de la vida natural para dar a conocer misterios de su reino, para revelarnos su carácter y para enseñarnos las estrategias para vencer los ataques del enemigo. En el libro de Números Dios nos habla sobre la lepra y cómo era tratada en aquel tiempo…
Podemos considerar dos tipos de lepra, la natural (que afecta el cuerpo) y la espiritual (que es el pecado), la cual es quitada por la sangre de Jesucristo, y sólo así somos agradables al Padre celestial.
La lepra es figura del pecado. Números 5:1-4.
Desde el punto de vista natural la lepra es producida por el bacilo de Hansen, lleva ese nombre en honor al científico que lo descubrió. Científicamente se llama “Mycobacterium leprae”, el cual es una especie bacteriana, es intracelular y pleomórfica (es decir vive o se desarrolla dentro de las células; y toma diversas formas a los largo de su existencia).
La lepra cubre la piel de abultamientos llenos de pus y escamas. En el Antiguo Testamento la persona era separada del campamento (sociedad). Ya que la lepra es figura del pecado que nos separa de Dios, la solución es la sangre de Jesucristo.
La lepra impedía a la persona su vida en sociedad, su ingreso al templo quedaba restringido y por tanto quedaba a la distancia de la manifestación divina que se daba en el templo. De igual manera el pecado nos aleja de Dios, la comunión con él se afecta y nos perdemos privilegios de su manifestación divina.
2) Etapas de la lepra:
- a) Erupción o hinchazón: Levítico 13:2. La palabra hebrea usada para “hinchazón” aquí es “sheet” y significa además: “elevación”, representa el orgullo, la vanagloria, la autosuficiencia, los pensamientos altivos. Recordemos que la Biblia dice: “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu” Proverbios 16:18.
- b) Carne viva: Levítico 13:14-15. La palabra hebrea usada aquí para “carne” es “basar” que además significa: carnal, lujuria. Representa la concupiscencia y las bajas pasiones.
- c) Carne con quemaduras de fuego: Levítico 13:24-25. Podemos recordar aquí que Santiago habla de la lengua y nos dice por el Espíritu Santo: “La lengua es un fuego, un mundo de maldad… contamina todo el cuerpo… es inflamada por el infierno” Santiago 3:6. Entonces esto nos habla de la murmuración, el chisme, el engaño, la falsedad, sembrar discordia, etc.
Es interesante ver que en cada uno de los casos era el sacerdote quien declaraba al leproso inmundo o limpio, pues hoy día nuestro gran sumo sacerdote se llama Jesucristo el Señor, abogado tenemos para con el Padre Jesucristo el justo. Él es quien nos perdona, nos restaura y salva.
3) Hay diversos tipos de lepra, algunos por ejemplo son:
- a) Lepra nodular o tuberculosa: Afecta la membrana mucosa de la nariz y la garganta (espiritualmente hablando el cristiano pierde discernimiento y está impedido para testificar de Cristo y alabar a Dios).
- b) Lepra anestésica: Ataca el sistema nervioso, por lo que fácilmente ocasiona pérdidas accidentales de las manos y los pies. Esto es figura del endurecimiento o insensibilidad a la voz de Dios, la persona desobedece al Señor y no es redargüida.
- c) Lepra mixta: Además de los síntomas anteriores, la persona sufre perdida de su cabello. Esto es figura de la pérdida de su capacidad para renovar la mente mediante la palabra de Dios.
En general la lepra afecta la piel, y como ésta actúa como cubierta del resto de órganos, al ser atacada por la lepra deja vulnerable al resto de órganos. El pecado hace vulnerable al cristiano ante los ataques del enemigo.
Incubación: La lepra se toma en promedio entre cinco y siete años para manifestarse en la persona que la ha contraído. En algunos casos se ha demorado hasta veinte años para mostrar sus síntomas.
Así mismo la incubación del pecado se da en lo profundo del corazón, y puede tardar buen tiempo para manifestarse, lo más importante es entonces arrepentirse de corazón sincero ante el Señor y exponernos al poder de su sangre.
Un ejemplo que debemos considerar es el de María, hermana de Moisés: Números 12:1-15. Aquí podemos ver varias actitudes que generaron la lepra en la piel de María: murmuración, rebelión, altivez, no reconocer la autoridad, etc. No sólo fue afectada su piel, sino que el pueblo no pudo continuar su camino hacia la tierra prometida.
El versículo dieciséis nos dice que después de esto, Israel partió de Hazerot (lugar donde acamparon) y avanzaron hasta el desierto de Parán.
Hazerot significa: aldea, villas. Lugar de morada y convivencia. Allí la familiaridad fue tanta, que a Aarón y a María se les olvidó que su hermano Moisés, era la autoridad puesta por Dios. Después de la disciplina divina avanzaron hasta el desierto de Parán.
La palabra “Parán” significa: belleza, gloria, follaje abundante. Desde allí según Números 13 Dios le dijo a Moisés que enviara a los espías para que fueran reconocer la tierra prometida.
Entonces a veces nuestra desobediencia y dureza de corazón detienen nuestro avance, pero cuando nos arrepentimos el Señor nos vuelve a levantar e impulsa a seguir adelante para conquistar lo que nos ha prometido. Por eso vemos que Israel no se quedó allí, ellos continuaron hacia la tierra prometida.