Las jóvenes danzan de alegría, y los hombres—jóvenes y viejos—se unirán a la celebración. Convertiré su duelo en alegría. Los consolaré y cambiaré su aflicción en regocijo. Jeremías 31:13 NTV
Esta noche, mientras preparaba la cena, el Espíritu Santo me habló este dicho: «Las mesas están a punto de girar». La mayoría de ustedes está familiarizado con esta expresión, pero para aquellos que no lo están, significa revertir una situación de mala a buena, o se refiere a una persona que estaba en desventaja o en una posición más débil y que ahora va a tomar la delantera. Muchos de ustedes están a punto de tener ventaja sobre los desafíos que anteriormente tenían la ventaja sobre ustedes. Muchos de ustedes han perdido la alegría que alguna vez tuvieron. Han estado agobiados por preocupaciones, miedo y fatiga. Las preocupaciones del mundo los han cargado, dejándolos vulnerables a los ataques del enemigo. Le han permitido inmovilizarlos y sensibilizarlos de la guía del Espíritu Santo. Jesús quiere restaurar la alegría y liberar la risa de nuevo en su pueblo.
Se acerca un tiempo de regocijo para aquellos que han estado atravesando tiempos difíciles. Todos hemos estado cautivos de algo en nuestras vidas, y el enemigo está tratando de esclavizar a las personas una vez más a través de enfermedades, problemas financieros, problemas familiares, miedos y adicciones. No permitan que nada los desvíe de su caminar con el Señor. No permitan que nada les impida cumplir su divina voluntad. No permitan que los planes y estrategias del enemigo los descarrilen de su destino. Cuando surjan situaciones difíciles, úsenlas para desarrollar resistencia y catapultarse al próximo nivel. Así como David se enfrentó a Goliat, podemos aprender lecciones valiosas al enfrentar la adversidad. Utilicen los obstáculos como escalones para llevarlos a un nivel superior. Con Jesús, tienen la resistencia para superar cada obstáculo en su camino.
El libro de los Salmos, capítulo 126, habla sobre cómo los israelitas se regocijaron después de su regreso del exilio y el Señor restauró la fortuna de Sion. En los días de Nehemías, cuando regresaron de Persia por decreto de Esdras, se regocijaron al darse cuenta de que podían regresar y reconstruir los muros de Jerusalén. Estaban tan llenos de alegría que lo describieron como un sueño.
Salmos 126:1-2 Cuando el Señor nos haga volver a Sión, nos parecerá estar soñando. Nuestra boca se llenará de risa; nuestra lengua rebosará de alabanzas. Entonces las naciones dirán: «¡El Señor ha hecho grandes cosas por éstos!» Sí, el Señor hará grandes cosas por nosotros, y eso nos llenará de alegría.
El Señor dice:
«Estoy a punto de revertir la maldición y quitar la pesadez que ha estado colgando sobre sus vidas. Estoy reconstruyendo esas áreas que el enemigo destruyó. Reemplazaré las cosas que se perdieron o fueron robadas. Eliminaré las cargas pesadas y los pesos que los han mantenido abajo. Las cadenas se romperán, y los cautivos serán liberados. Los bastiones que los han mantenido en cautiverio están desapareciendo. Estoy sanando a los quebrantados de corazón y vendando sus heridas. Permítanme ayudarlos a liberarse de las cadenas de adicciones que no pueden vencer con su propia fuerza. Permítanme liberarlos de estilos de vida impíos que los han atrapado y liberarlos de todas las relaciones tóxicas. A medida que esta red de patrones no saludables se elimina, sus mentes están libres y ya no serán atormentados en sus pensamientos.
Permítanme ser Señor sobre cada área de sus vidas y liberarlos de las ataduras que les impiden caminar en libertad. Romperé las restricciones que los están frenando de todo lo que he provisto para ustedes. Quiten los límites de lo que puedo hacer. El llanto puede durar por la noche, pero la alegría vendrá por la mañana. La victoria será de ustedes y la risa volverá una vez más. (Elaine Tavolacci)
Salmos 126:4-6 Señor, ¡haz que volvamos de nuestra cautividad, y que corramos libres como los arroyos del desierto! ¡Haz que los que siembran con lágrimas cosechan entre gritos de alegría! ¡Que los que entre sollozos esparcen la semilla, vuelvan alegres trayendo sus gavillas!
Con amor y oraciones,
