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La vid y los pámpanos

Juan 15:1-8 Este es uno de los pasajes más conocidos en el evangelio, pero que también es de los pasajes menos comprendidos, o comprendidos superficialmente, pero en este pasaje nuestro Señor Jesucristo nos revela verdades muy profundas y poderosas para nuestra vida cristiana, para nuestra vida espiritual.

Este pasaje hace que cada uno de nosotros hagamos una verdadera reflexión personal sobre nuestra relación con Cristo, y también nos hace comprender el propósito de las muchas situaciones que Dios permite en nuestra vida.

HABLEMOS PRIMERAMENTE DE LA VID (VS 1)

Jesús se llama a sí mismo “La vid verdadera” en el antiguo testamento la vid era Israel, pero Israel fallo en no dar los frutos esperados por el Padre Celestial, y perdió su derecho de ser la vid.

Ahora Cristo es la vid verdadera, la fuente de la vida, la fuente de la salvación, la fuente de la fuerza vital para dar fruto, la fuente de la bendición es Jesús, él es la UNICA vid verdadera.

REFLEXIONEMOS SOBRE LA CONEXIÓN VITAL ENTRE EL PAMPANO Y LA VID (VS 4-5)

Los pámpanos son las ramas de la vid de donde brotan las hojas, las flores y los racimos de uvas, un pámpano tiene una conexión vital con la vid, el pámpano es separado de la vid muere, pero la vid continua viva, es decir que el pámpano necesita de la vid para vivir y para producir.

Una conexión vital es una relación de vida o muerte, los seres humanos tenemos una conexión vital con el aire que respiramos, sin aire moriríamos, así es la conexión entre el pámpano y la vid.

Comprendamos entonces lo que esto significa: Cristo es la vid verdadera y nosotros los cristianos somos los pámpanos, es decir que NOSOTROS NECESITAMOS A CRISTO para tener vida eterna, para tener poder, para ser fortalecidos, para producir los frutos del Espíritu, esta es nuestra conexión vital: nosotros dependemos de Cristo no es Cristo quien depende de nosotros, si yo me aparto me vuelvo un cristiano sin fruto, un cristiano estéril, pero Cristo sigue siendo la vid, Cristo sigue siendo Dios.

Separados de la vid verdadera podemos hacer muchas cosas: Dinero, títulos académicos, fama, posesiones materiales, empresas, etc, pero es imposible que podamos producir los frutos que Dios espera que nosotros produzcamos, separados de la vid verdadera que es Jesús nada podemos hacer por nosotros mismos para fructificar.

TENEMOS QUE COMPRENDER ALGO MUY IMPORTANTE: No debemos confundir estar EN CRISTO, con estar en una iglesia, o estar en un sistema religioso, muchas personas permanecen en una iglesia, pero no están en Cristo, pueden ser parte de una iglesia local, pueden ser parte de una denominación cristiana, pueden ser parte de un sistema u organización religiosa, pero no ser parte del Reino de Dios, la única forma de ser parte de la vid verdadera que es Jesús es confesándolo como Señor y salvador de nuestra vida,

AHORA HABLEMOS SOBRE EL LABRADOR (VS 1-2)

El labrador es el Padre Celestial, él cuida de la vid y de los pámpanos, el labrador como lo vemos en el texto tiene dos funciones principalmente:

Quitar los pámpanos que no llevan fruto

Limpiar los pámpanos que llevan fruto para que lleven mas fruto.

LOS PAMPANOS QUE NO LLEVAN FRUTO: son quitados y luego echados en el fuego (vs 6) pero ¿Quiénes son esos pámpanos?

No son cristianos que han perdido su salvación, pues la salvación es eterna (Juan 6:36 / Juan 10:28)

Son personas que aparentemente están en Cristo, pero Cristo no esta en ellos (Juan 15:5) y la señal que no están en Cristo ni Cristo en ellos es que su vida no da frutos (Mateo 7:16-17)

Son personas que están en una iglesia, pero no están en Cristo (1 Juan 2.19)

Son personas como Judas, que están cerca de Jesús, que caminan cerca de Jesús, que sirven a Jesús, pero Jesús no es el Señor de sus vidas (Mateo 7:21-23)

Los pámpanos que no llevan fruto le quitan la fuerza vital, le roban la fuerza de fructificar a los pámpanos que si dan fruto, por eso el labrador los corta, los quita, es tajante, es drástico, no los trata de arreglar, el los corta, y eso es lo que nosotros deberíamos de hacer en nuestra vida con todo aquello que no nos deja dar los frutos para Dios, con aquellas amistades que son pámpanos que no dan fruto, como lo dice la palabra: CORTALOS Y ECHALOS DE TI.

LOS PAMPANOS QUE DAN FRUTO: El labrador también tiene la función de limpiar a los pámpanos que están dando fruto, para que puedan dar mucho fruto (Juan 15:8)

El labrador nos limpia con su palabra (Juan 15: 3)

Pero también el labrador nos limpia por medio de su disciplina, por medio del dolor que purifica nuestro corazón (Hebreos 12.11)

Cada uno de nosotros debemos preguntarnos ¿Soy un pámpano que da fruto? Entonces comprendo el propósito de Dios en mi sufrimiento, en la disciplina de Dios en mi vida ¿soy un pámpano que no da fruto? Entonces tengo que asegurarme de estar verdaderamente en la vid que es Jesús confesándolo como mi Señor y Salvador personal.

Fuente:
Pastor Oscar Flores | El Salvador

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