Para comenzar este mensaje es importantes que comprendamos bien que es una garantía: GARANTÍA: Es la seguridad de que una cosa va a suceder o que va a realizarse. MATEO 8-1-10-13-
En términos humanos nos hemos dado cuenta a lo largo de nuestra vida que las personas no pueden darnos una verdadera garantía de las cosas que hacen.
Por ejemplo los médicos les dicen a los pacientes y a sus familiares: “Haremos todo lo que esté de nuestra parte..”
Muchas veces hemos escuchado y también hemos dice frases como: “No le prometo nada”, “Haré lo posible”, “No me comprometo” etc.
Pero tenemos que saber que existe alguien que sí puede darnos garantía de lo que él hace, y no es solamente una garantía, es una triple garantía, ¿De quien estamos hablando? De nuestro Señor Jesús.
En el texto que hemos leído podemos darnos cuenta que nuestro Señor Jesucristo cuando vinieron a él personas necesitadas de recibir un milagro no les respondió con dudas o con incertidumbre, él nunca dijo lo voy a intentar, él nunca dijo haré lo posible, él nunca dijo lo intentaré pero no te prometo nada.
Él ante la necesidad de sanidad de un hombre leproso respondió, Quiero, sé limpio e inmediatamente su lepra fue sanada.
Nosotros podemos venir delante de nuestro Señor Jesucristo necesitamos de un milagro, necesitamos de sanidad en nuestro cuerpo, necesitados de provisión económica, necesitados de restauración familiar y matrimonial, y tenemos que saber que de parte de nuestro Señor Jesús tenemos TRES GARANTÍAS PARA NUESTRO MILAGRO.
Veamos en el texto cuáles son esas tres garantías que tenemos de parte de nuestro Señor Jesucristo.
I) PRIMERA GARANTÍA: SU VOLUNTAD, QUE ESTÁ POR SOBRE CUALQUIER CIRCUNSTANCIA DE NUESTRA VIDA (MATEO 8:1-3)
Este hombre leproso vino delante del Señor con reverencia y con humildad, pero también confiado en la voluntad del Señor, y por eso le dijo: “Si quieres puedes limpiarme”
Ese hombre sabía y confiaba en que si la voluntad de Jesús se movía a su favor, es decir que si él quería hacerlo,no habría nada que pudiera evitar que su lepra fuera sanada.
Podemos ver en el texto que la voluntad de Jesús fue sanarlo, él le dijo “Quiero, sé limpio” e inmediatamente la lepra de su cuerpo fue sanada por completo, no necesito medicina, no necesito tratamientos, lo único que hizo posible que este hombre recibiera su milagro fue la voluntad de nuestro Señor Jesús obrando a su favor.
Nosotros tenemos que confiar y creer que si la voluntad de nuestro Dios es obrar a nuestro favor en cualquier situación de nuestra vida, no habrá ninguna circunstancia que pueda impedir que el milagro se haga realidad en nosotros.
II) SEGUNDA GARANTÍA: SU AUTORIDAD, TODO LO QUE ÉL DICE SE CUMPLE (MATEO 8:5-9)
El texto nos muestra que en Capernaum vino delante de Jesús un centurión romano, que venía a rogar por un milagro para su criado, Jesús le dijo “yo iré y le sanaré” es decir que la voluntad del Señor estaba a favor de ese hombre enfermo.
En este texto podemos ver la segunda garantía de nuestro milagro: la autoridad de Jesús, y esta autoridad es relacionada directamente con su palabra, por eso el centurión le dijo a Jesús que no era necesario que fuera a su casa, que solamente dijera la palabra y su criado sanará, ese hombre militar sabía que el que tiene autoridad solamente da la orden y se cumple.
Nuestro Señor Jesucristo no solamente tiene autoridad, él tiene TODA LA AUTORIDAD (Mateo 28:18) por eso podemos decir que cuando Dios nos da una promesa su palabra misma es la garantía, ¡aleluya!
Tenemos que confiar que lo que nuestro Dios ha dicho en su palabra se hará realidad en nuestra vida, sus promesas tienen garantía eterna.
III) TERCERA GARANTÍA: SU PODER, PARA ÉL TODO ES POSIBLE (MATEO 8:13)
La voluntad y la autoridad de nuestro Señor Jesucristo tienen un respaldo maravilloso: Su poder, pues para él todo es posible (Marcos 10:27)
Su poder hace que su palabra se cumpla, que sus promesas se hagan realidad, su poder hace que su voluntad sea hecha en el cielo y en la tierra.
Quizás hay personas que tengan la voluntad de ayudarnos, quizás hay personas que tengan autoridad terrenal para darnos su apoyo, pero nadie tiene el poder que nuestro Señor Jesucristo tiene, por eso podemos confiar completamente en él.
CONCLUSIÓN: Ahora ya que conocemos cuales son las tres garantías que nos da nuestro Señor Jesucristo para nuestro milagro, acerquémonos confiadamente delante del Señor, con la seguridad de que él hará cosas maravillosas en nuestra vida.