Montecristi, pertenece a las cinco primeras colonias fundadas por Nicolás de Ovando a principios del siglo XVI. Fue devastada y repoblada en dos ocasiones para ser establecida de manera definitiva como poblado en abril de 1879 con la declaración como Distrito marino.
En 1907 fue elevada a la categoría de provincia, siendo la ciudad de San Fernando de Montecristi su municipio de cabecera o capital de provincia. Es cuna de restauradores, independentistas y primeros presidentes de la Republica Dominicana. En ella vivieron grandes personajes como Máximo Gómez, José Martí, Manolo Tavárez y otros también importantes.
Cuenta con un valioso conjunto arquitectónico, de arquitectura popular y antillana, que revela la bonanza económica de esta notable ciudad que tuvo su apogeo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Esta circunscripción perteneciente al Océano Atlántico, con grandes historias propias de la isla, muestra una capacidad natural de 1,888Km2 de superficie. En esta misma está el emblemático “Morro”, un pedazo de tierra elevado, prueba de las circunstancias de la naturaleza, y fue llamado por los colones como “El Monte de Cristo”.
La principal actividad económica de Montecristi es la agropecuaria, con producción importante de guineo, arroz y plátano; además, la producción de caprinos, ovinos y ganado vacuno. En la costa, los nativos utilizan la pesca de una manera sostenible, como también tienen mucho respeto por los manglares que allá habitan, en esta zona tienen un área de 92 km2, lo que equivale a un 40 % de superficie de manglares al nivel nacional.
Montecristi está registrado como el spot No1 del Caribe, en cuanto a la concentración de aves migratorias. Aquí citamos algunas Aves Registradas: Garza Azul; Garza Tricolor; Garza Rojiza; Cuchareta; Canta Marea; Garza Rea; Playeros Pata Amarilla; Viuda; Canario del Manglar; Coco Blanco; Garza de Rizas; Tuito; Playerito; Playero Turco; Pato de Orilla; Yaguaza; Playero Negro; Rey Corgio entre otros.
La Ruta Juan de Bolaños que ofrece al visitante la experiencia de caminar o montar bicicleta por varios kilómetros frente al mar; posibilidad de atracar su yate en el Club Náutico o en el Muellecito; tomar un bote de pescadores; visitar el Centro de interpretación de la Sal en Las Salinas y caminar en la playa en el Parque Nacional el Morro.
La producción de la sal se remonta a los años 1500; los Taínos producían su sal antes de la llegada de los europeos. En la actualidad las salinas de Montecristi son las mayores productoras de sal de la Republica Dominicana y las más antiguas del hemisferio occidental. Actualmente hay unas 300 salinas gestionadas en Montecristi con unos 250 productores que dan empleo a más de 2000 personas de la localidad.
Por años, las salinas fueron propiedad del Sr. Poloné (nativo de Puerto Plata) desde 1920 y hasta 1930 pertenecieron a la Compañía García-Grisanti. En la década de los años 30, todas las salinas del país fueron vendidas al Presidente Trujillo a un precio establecido por el propio dictador; muchos de los propietarios se negaron a cambiar los cheques de pago por ese concepto.
En 1961, al morir Trujillo, la Compañía García-Grisanti exigió al nuevo gobierno la devolución de su propiedad recuperando Las Salinas.
El turismo en esta provincia se puede concentrar actualmente en el Morro, Los Cayos Siete Hermanos al igual que en el centro de la ciudad de Montecristi aunque existe un inmenso potencial en toda la costa como en el municipio de Pepillo Salcedo.
Los Montecristeños son muy competentes en cuanto a su cultura, se pueden apreciar diferentes centros históricos como son El Museo José Martí, dicha casa de madera con techo de cinc a dos aguas con tres puertas en su fachada frontal que abren directo a la calle, esta misma fue la residencia del Gral. Máximo Gómez, donde se firmó el manifiesto de Montecristi, el 25 de Marzo de 1895, entre el prócer cubano José Martí y el Gral. Banilejo Máximo Gómez, libertador de Cuba. En esta misma casa ha sido destinada al museo de Montecristi donde se puede apreciar una copia del documento “Manifiesto” y está el original del Plan de Alzamiento (documento cifrado) del 8 de diciembre de 1894.
En la sala de la casa está la lámpara original de metal y vidrio de inicios del siglo XIX, también se ven réplicas de armas, biblioteca al servicio del público y en el patio se pueden visualizar dos bustos de los héroes José Martí y Máximo Gómez.
En el “patio” también vimos una construcción dejada a medias, este proyecto que tiene casi 4 años desde que inició, aún sigue abandonado. Las personas encargadas en el museo realmente les preocupa la situación al igual que a los ciudadanos montecristeños que los trabajos no estén terminados, por lo que hacen un llamado al Ministerio de Cultura y a los involucrados en la restauración de esta galería.
El Museo de Monte Cristi está en una situación paralela, el cual fue construido en 2003 por Spencer Meredith como aporte a la ciudad, recoge valiosas piezas arqueológicas encontradas en los alrededores de Montecristi. Construido en bloques de hormigón y diseño que no corresponde con lo tradicional del pueblo. Esta actualmente cerrado por carecer de un acuerdo con el Ministerio de Cultura.
En el centro de la provincia también están las casas con Arquitectura Antillana, popular y ecléctica, como la Villa Doña Emilia. Esta casa fue importada en 1895 desde Francia al igual que a los carpinteros que la ensamblaron. Tiene dos niveles y un sótano siendo en su tiempo la casa más grande del pueblo, actualmente al igual que el Museo José Martí, también esta esta hace un tiempo en reparación y no logran conseguir la terminación de este emblema. Parte de los fondos utilizados para esta obra, provienen del Clúster de Montecristi a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID y de UNESCO.
Están también la Casa Molina Gil (finales siglo XIX), Isidor Silva, Iglesia San Fernando (1925-1927), Club del Comercio (1914), Museo José Martí, Antiguo Hospital (1868), Casa Rivas de Farías (Casa de Manolo Tavárez), Casa García Ricardo (1890), Cementerio Municipal (1890), Parque Manolo Tavárez (Antigua Plaza de la Concordia 1925), el emblemático Reloj de Montecristi, ubicado en el parque Duarte e inaugurado el 29 de junio de 1895.
Este hermoso reloj sostenido por una columna de acero de base cuadrada, con piezas interiores en bronce posee tres campanas y cuatro esferas del tiempo, fue traído de San German, Francia, donde había estado instalado. Fue adquirido por el ayuntamiento de Montecristi y traído en el vapor Lavonia, siendo restaurado en el siglo XX por E. León Jiménez y Co., con mecanismo manual y la municipalidad ha mantenido una persona empleada solamente para dar cuerdas al sistema, por lo cual se conserva marcando el tiempo, como en sus inicios.