En la página de noticias de la ONU encontramos que aparte del Covid19 hay otra pandemia que está afectando a miles de personas en este tiempo, principalmente mujeres, niños y niñas.SALMOS 10-17-18-
En esa página de noticias de la ONU podemos leer textualmente lo siguiente: “..El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, pidió que se adopten medidas para hacer frente a «un estremecedor repunte global de la violencia doméstica» contra mujeres y niñas ocurridos durante las últimas semanas, debido a los confinamientos decretados por los Gobiernos durante la pandemia del COVID-19.
«Sabemos que los confinamientos y las cuarentenas son esenciales para reducir el COVID-19. Pero muchas mujeres se ven atrapadas con parejas abusivas», la amenaza sobre mujeres y niñas está precisamente en el lugar «donde deberían estar más seguras: en sus propios hogares».
Es difícil de reconocer pero es real, muchos matrimonios y parejas que se congregan en las iglesias cristianas no son lo que aparentan en los templos, pues en la intimidad de su hogar hay maltratos, abusos, amenazas, violencia de todo tipo y en este tiempo de cuarentena se ha aumentado.
Lastimosamente en muchos hogares “cristianos” las mujeres, los niños y las niñas están siendo víctimas de violencia de parte de sus esposos y de sus padres pero muchos están sufriendo en silencio y sin esperanza, pues han llegado a la conclusión que eso nunca va a dejar de pasar o hasta que es algo normal, pero esto bajo ninguna circunstancia ES NORMAL, NI ACEPTABLE
Definamos primeramente: QUE ES LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR O VIOLENCIA DOMÉSTICA: La violencia intrafamiliar es cualquier tipo de abuso de poder de parte de un miembro de la familia sobre otro este abuso incluye maltrato físico, psicológico o de cualquier otro tipo, en un porcentaje mayor quienes sufren la violencia doméstica son las mujeres, las niñas y los niños, Incluso si los niños no son heridos físicamente, pues ver o escuchar las peleas violentas entre sus padres puede tener implicaciones psicológicas muy severas.
RECONOZCAMOS ALGUNOS TIPOS DE VIOLENCIA DOMÉSTICA PARA QUE PUEDAN SER ERRADICADOS DENTRO DE NUESTROS HOGARES:
VIOLENCIA FÍSICA: Es el uso de la fuerza para dañar tanto a la pareja como a los niños y niñas, con acciones tales como: Pellizcos, empujones, puñetazos, puntapiés, etc.
La palabra de Dios nos muestra que la mujer no debe ser maltratada sino que debe ser tratada con respeto y amor (1 Pedro 3:7) igualmente los niños tienen que ser amados, protegidos y tratados con respeto (Salmo 127:3)
VIOLENCIA PSICOLÓGICA Y EMOCIONAL : es el tipo de maltrato, que se manifiesta con insultos, intimidaciones, humillaciones, actitudes de menosprecio, de desprecio, chantajes y manipulación
Con estas conductas el agresor pretende controlar al otro provocando sentimientos de devaluación, inseguridad, dependencia, y baja autoestima.
Muchas veces pensamos que por no usar violencia física en contra de nuestra familia no los estamos dañando, pero la palabra de Dios nos muestra que nuestras palabras tienen el poder de herir y matar (Proverbios 12:18 / Proverbios 18:21)
VIOLENCIA SEXUAL: El abuso o violencia sexual se refiere a cualquier acción en la cual se presiona u obliga a alguien a hacer algo de indole sexual que la otra persona no quiere hacer, pueden ser tocamientos, acoso, violacion, chataje por imagenes o videos, etc.
Ante estos abusos no podemos callar, no podemos tomar una actitud indiferente, pues muchas veces el silencio de la familia y la indiferencia es más hiriente y causa más dolor que el mismo abuso (2 Samuel 13:20)
¿QUE PODEMOS FRENAR ESA PANDEMIA?
VENCIENDO EL MIEDO A DENUNCIAR: En muchos casos es necesario reconocer que la única forma de frenar esa violencia en el hogar es atreverse a denunciar al abusador, pues la violencia y los abusos siempre va en aumento y en muchos casos llega hasta la muerte de la persona que la está soportando (Romanos 13:3-4)
CON UN ARREPENTIMIENTO GENUINO: Si somos nosotros lo que estamos usando alguna forma de violencia en contra de nuestra familia, tenemos que reconocerlo y tener un arrepentimiento genuino, primeramente delante de Dios (Hechos 3:19) un arrepentimiento genuino no son lágrimas sino verdaderos cambios en nuestras actitudes y en nuestras acciones.
PONIÉNDOLE UN ALTO AL CICLO DE LA VIOLENCIA EN NUESTRA VIDA: Se ha comprobado psicológica y científicamente que las personas que han sido víctimas de violencia, de abusos, de maltratos, en su infancia, la mayoría de las veces son personas que usan violencia en contra de su pareja, de sus hijos
Eso significa que, si tu sufriste algún tipo de violencia, maltrato o abuso, conoces perfectamente el dolor, la angustia, el temor, que las personas sienten cuando hay violencia en la familia, reflexiona: ¿quieres que tu familia sufra lo que tu sufriste? ¿quieres que tus hijos vivan con el dolor que tu viviste?
Hoy Dios te llama a dejar tu pasado atrás, dejar el dolor, la amargura, y el temor que un día sufriste y con su ayuda caminar hacia una nueva vida, para bendición tuya y de tu familia (Filipenses 3:13)
Posiblemente sufriste por se hijo o hija de un padre o una madre violentos, pero tu puedes tener la bendición de ser llamado hijo o hija de Dios siendo una persona pacificadora en tu hogar, una persona que diga: NO MÁS A LA PANDEMIA DE LA VIOLENCIA (Mateo 5:9)