Internacionales

La iglesia clandestina marca la diferencia en su comunidad.

A pesar de la clandestinidad y el secretismo en el que los cristianos de Irán han sido forzados a vivir, la Iglesia en el país está exponiéndose para ayudar a las personas de su comunidad afectadas por el covid-19.

El coronavirus ha impactado Irán de una manera catastrófica. Muchas personas han enfermado y el país se enfrenta a las consecuencias económicas devastadoras que ha traído la pandemia.

“Estamos muriendo y parece que no le importamos a nadie. Muchas personas de nuestro entorno caen enfermas y terminan muriendo en los hospitales. Nuestros recursos dedicados a ayudar a otros de una forma práctica se han agotado. No podremos continuar así por mucho tiempo”.

Esto es solo un ejemplo de los muchos mensajes similares que hemos recibido por parte de los líderes de las iglesias locales a través de nuestros colaboradores en el país.

“Irán es uno de los países donde el coronavirus ha impactado más fuerte, no solo por las víctimas mortales que se han registrado a causa de la pandemia sino porque la economía, ya frágil de por sí, ha sido impactada fuertemente”, nos cuenta Steve, un trabajador de Puertas Abiertas.

Sin embargo, las casas-iglesias situadas en el interior del país tienen una gran resiliencia. “Muchas de estas comunidades están acostumbradas a vivir en circunstancias difíciles”, nos cuenta Steve. “Por eso cuando el coronavirus llegó a Irán muchos decidieron actuar a pesar de que tenían miedo a que el Covid-19 les afectara a ellos o a un ser querido. Un gran número de cristianos en Irán han sentido que el Señor les estaba llamando a cuidar a las personas de su alrededor, no solo a otros creyentes o personas de su congregación sino a los vecinos, los compañeros de trabajo y otras personas cercanas que estuvieran sufriendo a causa de la terrible pandemia”.

Los cristinos de Irán han estado trabajando sin descanso en medio de la emergencia y el caos provocados por la pandemia. “Primero utilizaron sus propios recursos, cuando estos se terminaron se pusieron en contacto con nuestros colaboradores locales y ellos hablaron con nosotros” nos cuenta Steve. “Ellos pensaban que nos le importaban a nadie, pero a través de nuestros contactos les hemos mostrado que su familia alrededor del mundo está a su lado”.

Fuente:
puertasabiertas

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