El significado de la eternidad
Muchos, en su intención de probar la eternidad de Cristo, lo hacen simplemente presentando como evidencia su participación en la creación. Esto solo prueba la preexistencia de Cristo, y el hecho de que Cristo existiera antes de su concepción, de su nacimiento, o de la creación, aunque presentan un concepto similar, no son pruebas de su eternidad, siendo que la preexistencia no es sinónimo de eternidad. A pesar de su preexistencia, el pudo entrar en existencia antes de su concepción, de su nacimiento o de la creación. La eternidad no solo significa que Cristo existió antes de su nacimiento o de la creación, sino que El existió siempre, eternamente.
La importancia de la eternidad
Tenemos que entender la importancia de la eternidad de Cristo, siendo que sin la eternidad de Cristo, sería imposible probar su deidad y tampoco sería real la trinidad divina.
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La evidencia de la eternidad en el Nuevo Testamento
En Hebreos 1:3 encontramos la frase “La imagen misma de su sustancia”, del griego “charácter” que significa una representación o imagen exacta. En Juan 8:58, Cristo se atribuyo así mismo eternidad al decir “antes que Abraham fuese, yo soy. No dijo “yo era” lo que significaría que comenzó a existir antes que Abraham. Yo soy, afirma de una manera contundente, su eternidad.
En el evangelio de Juan 1:1, comienza diciéndonos la palabra: En el principio era el verbo (refiriéndose a cristo) y el verbo era con Dios y el verbo era Dios. Al decir el verbo era Dios, prueba sin duda alguna la deidad de Cristo y su eternidad como parte de la trinidad.
La evidencia de su eternidad en el Antiguo Testamento
En los escritos de los profetas, encontramos versículos que hablan y prueban la eternidad de Cristo. Miqueas 5:2; Habacuc 1:12; Isaías 9:6.