Uno de los jugadores más valiosos de la NBA, siempre señala con su dedo hacia arriba, como una manera de proclamar su amor y fe hacia Cristo Jesús.
Stephen Curry, llevo a su equipo, Los Golden State Warriors, a ganar el campeonato de la NBA, tras derrotar a los Cleveland Cavaliers, en un partido vibrante, en el que destacó el juego de equipo, que les ha hecho ser los mejores.
El talentoso jugador cristiano ha contribuido de forma decisiva a la victoria de su equipo. Esta temporada ha recibido el galardón individual más importante de la NBA, el de MVP (Most Valuable Player).
En la ceremonia de entrega del premio, Curry dijo ante los asistentes y los medios de comunicación: “Antes que nada y en primer lugar quiero dar las gracias a mi Señor y Salvador Jesucristo, por bendecirme con las aptitudes para jugar al baloncesto, por darme una familia que me apoya cada día. Soy un humilde servidor de Dios y no sabría cómo explicar cuán importante es mi fe en quién soy y cómo juego este deporte”.
Curry, señala al cielo con el dedo cada vez que hace una canasta de tres puntos. Dice, que lo hace para recordar siempre para quien juega. «La gente debe saber a quién represento y por qué soy como soy, soy así gracias a mi Señor y Salvador», dijo.
«Trato de usar cada partido como una oportunidad de dar a conocer mi fe. Trato de hacer una señal como una manera de predicar el mensaje de una manera sencilla siempre que puedo». dijo Curry. «Cada partido es una oportunidad de mostrar que soy un testigo de Cristo».
«Llevo escrito en mi zapatilla un versículo de la Biblia, Filipenses 4:13: «Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece», dijo el deportista.
Curry estableció su fuerte fe cristiana cuando él era apenas un niño. Sus padres lo llevaron a la iglesia todos los domingos, hasta que un día pasó al altar y aceptó a Cristo. Una decisión personal que la estrella del baloncesto ha mantenido, fortaleciendo su relación con Dios desde entonces.