La mayoría de veces fallamos a Dios sin pensar en las consecuencias que esto puede traer. El momento de tentación nos lleva a pensar solo en el placer sin pensar en lo que puede venir después de eso.
Cuando el rey David peco mandando a traer a Bétsabe no se puso a pensar en las consecuencias que eso iba a traer. “Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa.” 2 Samuel 11:3-4 (Reina-Valera 1960)
La consecuencia fue que Bétsabe quedo embarazada: “Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta.” 2 Samuel 11:5 (Reina-Valera 1960)
David hizo un acto que iba en contra de lo que Dios manda, sin embargo no vemos en el arrepentimiento y lejos de arrepentirse elabora un plan mandando a llamar a Urías esposo de Bétsabe quien se encontraba en la guerra, para que éste durmiera con su esposa y así creyeran que ella estaba embarazada de Urías.
Urías fiel al pueblo de Israel no concebía la idea de ir a dormir con su esposa mientras el pueblo estaba en guerra, por lo que no quiso ir a su casa para dormir con su mujer. David aun sin arrepentirse planeo el asesinato de Urías enviando con el mismo una carta en donde daba instrucciones específicas de colocar a Urías en lo fuerte de la batalla para que muriera.
Hasta este momento de la historia David había cometido dos pecados: tomar a la mujer de su prójimo y dar órdenes para que Urías muriera.
Al igual que David muchas veces nosotros tomamos decisiones orientados por nuestra naturaleza carnal sin pensar en las consecuencias que eso puede traer.
La mayoría de nosotros nos metemos en problemas porque no pensamos antes de actuar, simplemente actuamos y cuando ya estamos metidos en el problema nos damos cuenta que lo que hicimos no fue lo correcto.
David se arrepintió hasta que el profeta Natán lo amonesto trayendo a la luz su pecado: “¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón.” 2 Samuel 12:9 (Reina-Valera 1960).
Cuando David no pudo ocultar más su pecado reconoció que había fallado, fue entonces que pensó lo mal que había hecho: “Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.” 2 Samuel 12:13 (Reina-Valera 1960).
La consecuencia del pecado de David fue dura para sus descendiente y para él mismo, ya que perdió al bebe que Bétsabe esperaba producto de su pecado de adulterio.
¿Cuánto tiempo tardaremos para darnos cuenta que muchas veces estamos fallando a Dios de maneras deliberadas?, ¿Qué es lo que tiene que pasar para que reaccionemos ante el pecado?, ¿Por qué esperar hasta las últimas consecuencias para arrepentirnos genuinamente delante de Dios?
Hoy quiero invitarte a reaccionar, si has estado yendo por camino equivocado y no has pensado en lo que estás haciendo y en las consecuencias que eso te traerá, entonces debes de hacer un ALTO y pensar muy bien si estas ofendiendo a Dios con tu accionar.
Pueda que en este momento todo parezca color de rosas, pero cuando la consecuencia de ese pecado salga a la luz puede traerte el mayor dolor que pudieras haber experimentado, por tal razón ¡Arrepiéntete este día y vuelve a Dios!
Cuando somos consientes del pecado que hemos cometido y humilmente le pedimos perdón a Dios con un corazón sincero, Él nos perdona. Pueda que las consecuencias de nuestro error siempre aparezcan en nuestra vida, pero el perdón divino es el que nos ayuda a sobrellevar cualquier consecuencia que haya producido nuestro error.
Dios te ama y Él siempre está dispuesto a perdonarte, solo necesitas reconocer tu error, arrepentirte genuinamente y pedirle perdón con frases que salgan de tu boca y entonces Dios sin dudarlo te perdonara y te hará sentir ese abrazo divino lleno de paz.
¡Si fallaste sin pensarlo, es hora de que pienses en arrepentirte!
“Yo amo a los que me aman, y me dejo encontrar por todos los que me buscan.” Proverbios 8:17 (Traducción en lenguaje actual)