La novia amada del Señor nunca había visto ni vivido lo que la iglesia contemporánea estamos viendo. Si; claro había visto la inquisición, la persecución de los emperadores romanos, el horripilante holocausto y muchas cosas más pero nunca la cercanía al único sistema de gobierno llamado “El Nuevo Orden Mundial” y con ello el levantamiento de un único líder mundial que todos sabemos cómo le llama la palabra del Señor; Aunque ha sido predicado y enseñado en algunos púlpitos, la mayoría de los oyentes jamás pensó que vería un confinamiento mundial como el actual, un descalabro petrolero como el de estas últimas semanas, una OMS cuestionada y desacreditada por diversas potencias, un país enorme amenazante para que dejen de investigar su responsabilidad en esta crisis, un anillo de fuego reactivado, un deshielo de los polos aumentando el nivel del mar, una era de terremotos y tsunamis nunca antes vistos, una época tecnológica tan avanzada como la del 5G, la amenaza de una vacuna a nivel mundial que muchos cuestionan que con su nanotecnología bien podría convertirse en la herramienta del “hermano mayor” de George Orwell, pero sobre todo, una iniquidad nunca antes vista que nos recuerda las palabras de nuestro Señor y Salvador que dijo: “y por haberse aumentado la iniquidad, el amor de muchos se enfriará”, una apostasía casi generalizada profetizada por el apóstol Pablo cuando dijo: “el día del Señor no vendrá, sin que antes se manifieste la apostasía”.
¡Se están cerrando las puertas hermanos! Pero aún no se han cerrado y el Señor nos dice una vez mas: “poned toda vuestra esperanza en la gracia que vendrá en la manifestación del hijo de Dios” ¡Sí! Porque a pesar que se ven los turbulentos vaivenes del mundo hay una escapatoria antes de la manifestación total de éste último período. No se nos puede olvidar que Él prometió ¡donde abunda el pecado sobreabunda la gracia!
Qué hermoso y refrescante en medio de esta crisis leer o recordar ese versículo descrito en Apocalipsis 4 que dice: “y oí una voz como de trompeta que decía ¡Sube acá!, ése sube acá es ni más ni menos el arrebatamiento tan anhelado por muchos y despreciado por otros, pero realmente la única puerta abierta en el cielo que Dios ha dado para su amada; así que esperamos esa voz de trompeta, ¡sí!, esa que también aparece en 1 Tesalonicenses 4 que dice: “porque el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, voz de arcángel y con trompeta de Dios”, nótese que no es trompeta de ángel como las de los capítulos 8 y 9 ¡no! Es trompeta de Dios, esa es la final trompeta que describe el apóstol Pablo en 1 Corintios 15:52, “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados”.
Esa es la buena noticia en medio de las malas noticias, en medio del miedo, en medio del pánico mundial, en medio del caos financiero, la novia, la amada, la perla de gran precio, la escogida de la que la dio a luz, la paloma, la perfecta, la moradora de los huertos oirá: ¡Sube acá! Y eso, que antes parecía tan lejano y futurístico ahora lo tenemos a la vuelta de la esquina ¿cuándo? No lo sé, pero si sé que será antes que se concrete el Nuevo Orden Mundial, así que amada iglesia ¡Ánimo tu Señor viene por ti!