“Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia.” Génesis 26:12-14
Lo primero que pensó Isaac, en medio de aquella hambruna, fue mudarse; y Dios le dijo: No. Y fue su obediencia lo que provocó que, aquel año, Isaac cosechara ciento por uno.
Uno de los peores errores que puedes cometer, es que sea el dinero lo que determine tus decisiones. No bases tus sueños en lo que tienes en tu cuenta de banco. ¿Cómo tú puedes decir que tienes fe, si todas tus decisiones están basadas en los números de tu cuenta de banco? Tenemos que ser sabios, inteligentes, buenos administradores, conscientes; pero cuando Dios te dice que te va a dar algo, no es tu dinero lo que va a determinar lo que Dios te puede dar. No es que te metas en deudas, porque estarías creyendo en los anuncios del banco. El que está para ti es Dios; el que no está pendiente a tu historial de crédito es Dios. Tú no tienes que estar pendiente a ningún banco para nada. El Dios al que tú le sirves mira por encima de tu currículum, de tu crédito; y, cuando Él dice que te va a bendecir, lo va a hacer por encima de tus enemigos, de lo que el banco dice que puede hacer por ti, de lo que el mundo ha dicho. Cuando Dios te va a bendecir, no pide permiso al banco; tu fe no tiene que pedir permiso a ningún socio, a ningún banco, tú no tienes que esperar que nadie venga a rescatarte; tu fe en el Dios al que tú le sirves es la que puede provocar que, este año, sea totalmente diferente.
Este año, va a haber un tiempo de aceleración en tu vida; todo lo que tú hagas, va a producir. No vas a volver a las malas decisiones del pasado; en adelante, vas a caminar en fe, en tierra de escasez donde están los filisteos. Dios le dijo a Isaac: Quédate donde están la pobreza y la envidia; allí te voy a prosperar. Donde a otros no les está dando resultado, allí te voy a prosperar. Dios no está esperando que el ambiente cambie para cambiar tu situación. Sacúdete el polvo de la depresión, de la amargura, de la crisis, de todo lo que te ha pasado, de las malas noticias. Cree que el Dios al que tú le sirves es capaz de bendecirte, delante de tus enemigos, en medio de las peores crisis. Él hace por ti lo que más nadie puede hacer por ti. Eso es lo que decía el salmista: Aderezas mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores. Delante de aquellos que no quieren que tú prosperes, si tú le crees, Dios te va a bendecir. La gente se va a dar cuenta de que Él está contigo, porque Él va a confirmar su pacto contigo.
El problema de muchos es que piensan que esto es magia. Salen tan inspirados de la iglesia que piensan que se pueden quedar en sus casas y todo va a cambiar; pero no ser prospera así. ¿Por qué Dios le dice a Isaac que se quede en aquella tierra? Isaac es el primer hombre que dice la Biblia que sembró en la tierra prometida y le produjo. No es tan solo para eliminar el error del pasado de depender de Egipto; sino porque permanecer es la única manera de tú reclamar la tierra. Si se iba, perdía derecho sobre aquella tierra; aunque Dios se la haya dado, naturalmente, habría perdido derecho sobre ella.
No cedas el derecho sobre tu tierra. Deja de pensar en dejarle el espacio a otro. Mira cómo Dios te puede prosperar en el lugar en que Él te ha puesto. Permanece, y mira las cosas como Dios quiere que las veas. La crisis económica no es la que te va a mover; si Dios no te ha dicho que salgas, es porque estás donde Él te quiere, y allí Él te va a prosperar.
Tienes que estar dispuesto a labrar la tierra, a esforzarte, a hacer lo que otros no han hecho. Isaac comenzó a abrir pozos, en medio de aquel desierto; y, en un año, Dios le dio todo lo que Él quería, cien veces más. Esto no es por arte de magia, sino porque Dios te dio una promesa, y tú estás dispuesto a trabajar sobre esa palabra que Él te dio. Tu prosperidad no viene del gobierno, la prosperidad que Dios quiere traer a tu vida viene de que tú estés dispuesto a creer que hay promesa de prosperidad para tu vida en tu tierra prometida, y estés dispuesto a salir a trabajar todos los días, creyendo que Dios te va a prosperar en ese lugar. Él te entregó esa tierra y Él va a hacer lo que tenga que hacer para que tu vida cambie.
Sal a trabajar, sabiendo que hay una promesa divina. Si obedeces y permaneces, este año, las cosas van a ser diferentes. El mundo va a ver lo que Dios va a hacer en tu vida, en medio de la crisis, por tú haberte atrevido a creerle al Dios de los cielos. Tú lo vas a ver.