Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso. Declaro lo siguiente acerca del Señor: Solo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío. Salmos 91:1-2
Cuando era niña, si me ocurría algo, corría a esconderme buscando un lugar de protección. Muchas veces quisiéramos huir y escondernos de los problemas, pero no hay mejor lugar en el cual esconderse que aquel lugar en donde está la presencia de Dios. Dios le dijo a Elías en una situación difícil, «Vete al oriente y escóndete junto al arroyo de Querit, cerca de su desembocadura en el río Jordán”. 1 Reyes 17:3-4 Dios manda a Elías a esconderse. No solamente lo estaba protegiendo sino también estaba supliendo todas sus necesidades. Hay un lugar secreto que está disponible para esconderte mientras pasan las tormentas. Es un lugar seguro para esconderse a la sombra del Todopoderoso, para ser revivido, renovado y restaurado.
“Toda la confusión que ustedes han estado experimentando se disipará conforme entran a este lugar Conmigo y descansan en Mi presencia. Al entrar a este lugar de comunión encontrarán el Shalom, aún en tiempos de aflicción porque Yo estaré presente y Mi Gloria Shekinah estará en este lugar secreto, dice el Señor”.
Colosenses 3:1 Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra, pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria.
Meditando sobre esto, leí esta palabra de Phyllis Ford, que me dio una mayor revelación de lo que Dios desea que hagamos en estos momentos de intensas batallas. Ella escribió:
“Cuando se levantó el Tabernáculo en Éxodo 40:17, se cree que estaba en la esquina sudoccidental del Monte Sinaí. Sinaí significa «espinoso». Cuando Dios les ordenó que lo levantaran, era lejos de Egipto, pero faltaban unos 241 km antes de que pudieran llegar a Canaán. En obediencia a Dios levantaron el Tabernáculo. Hay momentos en que pasamos por tantas cosas y el Señor nos llama a entrar, a encerrarnos, callarnos y no ser localizables. Pero cuando establecemos el campamento en nuestros corazones delante de la presencia del Señor allí descubrimos Su amor, protección y Su fortaleza al impartir Él sabiduría, orientación y dirección exacta”.
“Muchas veces estamos en un lugar «espinoso», un sitio donde en definitiva la carne no siente ningún confort. Pero ese lugar espinoso donde decimos que «SÍ» a la voluntad del Señor se convierte en el sitio donde Él nos llevará a la santa morada de Su poder. Allí oiremos Sus instrucciones y permitiremos que el fuego refinador de Su presencia elimine la escoria de nuestras vidas, preparándonos para el lugar siguiente. Por lo tanto, al recrear el Tabernáculo, podemos ser recreados, aun preparados en nuestros corazones y mentes para enfocarnos en aquello que Él está priorizando en nosotros”.
“Así que, no importa lo incómodo que nos sintamos en estos momentos, es en Su habitación donde encontraremos paz. Nuestro mejor oír viene en la paz de Su presencia.
Es en esa posición de obediencia donde comprenderemos plenamente las trampas y los engaños que han sido colocados en las afueras del campamento e incluso en su interior.
El mejor lugar en el que podemos estar es el centro de Su divina voluntad mientras nos humillarnos ante Él. Pase lo que pase… Abba sabe lo que es mejor para nosotros. Que caminemos en Sus pasos ordenados”.
Isaías 26:3-4 ¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos! Confíen siempre en el Señor, porque el Señor Dios es la Roca eterna.
Isaías 26:20 Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra tras ti tus puertas; escóndete por corto tiempo hasta que pase la indignación.
Con amor y oraciones,