“Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan”. Salmos 55:22. Biblia Nueva Traducción Viviente.
Las vicisitudes que pasamos a medida que avanzamos nos hacen más experimentados para enfrentar las consecuencias de los sucesos que nos acontecen en la vida, no pocos, y muchos de ellos traumáticos y difíciles de superar.
Desde los días juveniles venimos cargando cosas, buenas o malas, que marcaron nuestras vidas para siempre, y esto acarrea una serie de contratiempos y frustraciones que van multiplicándose en el transcurrir del tiempo, dejando a su paso heridas que permanecen abiertas y que nos van complicando el lidiar en la vida.
Esta situación abre una oportunidad para acercarnos a Dios en busca de ayuda espiritual que nos haga más fácil desenvolvernos en los acontecimientos que van formando parte de nuestro paso por este planeta.
Cada quien es poseedor de puntos débiles a superar, de eso se trata esta vida, y hay que vestirse de guerrero, y estar dispuesto a luchar y enfrentar las cosas que nos adversan, eso si, en el ínterin, Dios nos abre sus brazos para recibirnos y ofrecernos el consuelo oportuno que los demás nos niegan muchas veces, y no podemos culparlos, por la razón de que ellos andan buscando sus espacios para salir a flote, aunque en el camino tengan que arrancarle a alguien el corazón y hacerlo trizas.
En un momento lleno de dificultades y problemas para el salmista David, este expresó:
«Con paciencia esperé que el Señor me ayudara, y él se fijo en mí y oyó mi clamor.
2 Me sacó del foso de desesperación, del lodo y del fango.
Puso mis pies sobre suelo firme y a medida que yo caminaba, me estabilizó». Salmos 40:1-2. Biblia Nueva Traducción Viviente (NTV)
Hoy es un buen tiempo para reflexionar, “todas las cosas les ayudan a bien”, dice Dios, y pedirle a ÉL que nos ayude a ordenar nuestros pasos, no tengas temor a las experiencias del Señor, es nuestro ayudador divino que nos invita a entrar a Su despacho para encaminarnos hacia un sendero mejor, y mostrarnos “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre”, 1 Corintios 2: 9{b}.
ÉL le comunicó al profeta Jeremías Su promesa de transformarlo para lo mejor, le dijo, “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jeremías 33:3.
Confía en el único que puede sacar tu vida del lodo cenagoso y del pozo de la desesperación.
“Encomienda al Señor tus afanes, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga
y quede abatido para siempre”. Salmos 55:22. Biblia Nueva Versión Internacional.
MARANATHA