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El sufrimiento de la Iglesia

Juan 17, “Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti” Jesús oró para que el Padre protegiera su propia del maligno. Pero, él no oró y dijo que íbamos a ser removidos de este mundo, ni tampoco de las implicaciones del sufrimiento de este mundo.

Vamos a sufrir en esta vida, el sufrimiento es integral, y el no hace acepción de personas. Mientras que la Biblia abarca diversas maneras de sufrir en esta vida, este pasaje se refiere específicamente a sufrimiento distintivamente cristiano. En otras palabras, el sufrimiento que puede venir a nosotros, precisamente porque somos cristianos.

El sufrimiento nos doblara las rodillas, y al mismo tiempo puede ser un poderoso recordatorio de que Jesús es el Rey. A través de sufrimiento a Dios nos lleva a Él mismo. Considere las palabras de 1 Pedro 3: 13-15 ¿Quién puede hacerles mal, si ustedes siempre insisten en hacer el bien? ¡Nadie! Pero si hacen el bien, y aún así tienen que sufrir, Dios los bendecirá. No le tengan miedo a nadie, ni se asusten. Honren a Cristo como Señor, y estén siempre dispuestos a explicarle a la gente por qué ustedes confían en Cristo y en sus promesas.

«Ahora, ¿quién está ahí para hacerte daño, si vosotros seguís el bien? Pero incluso si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, que será bendecido. No tengas miedo de ellos, ni se turbe, pero en sus corazones honrar a Cristo el Señor como santo, siempre estar preparados para presentar defensa ante todo el que os pida razón de la esperanza que hay en vosotros… »

Pedro está preparando la iglesia, no sólo para soportar el sufrimiento, pero para encontrar en su sufrimiento una oportunidad para el testimonio.

Se puede imaginar que algunos de los cristianos en la que esta carta fue dirigida primero habían visto el sufrimiento de sus hermanos en la fe, y el temor de que el sufrimiento tenía el potencial de detener su deseo de vivir públicamente su fe.

Pero Pedro responde con extraña redacción «sufrimiento trae bendición». Cuando el mundo ve que son – para usar las palabras de 2 Corintios 4: 8-9: “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” 

Ellos piensan, lo que pasa con esta gente? ¿Qué es esta esperanza que hay en ellos? Esta esperanza es un estado de ánimo conseguida por apartar literalmente, santificando Cristo como Señor.

Nuestro coraje nace de la creencia de que Cristo es el rey, incluso cuando las cosas se ven sin esperanza. Por otra parte, en Cristo tenemos una esperanza segura en la próxima bendición. La esperanza no es una ilusión, pero la verdadera fe bajo presión… Asegúrense de que nuestra futura resurrección de Cristo no sólo nos dará valor y comodidad, sino también pondrá a los que nos injurian a la vergüenza.

Cuando usted sufre, sufren con esperanza. Esta es la bendición del sufrimiento de Cristo. En el sufrimiento, podemos encontrar una oportunidad para el testimonio. En el sufrimiento, también nos damos cuenta de que Dios te introduce a sí mismo.

 

Pastor Matt Capps
Fairview Baptist Church en Apex , Carolina del Norte.

 

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