Jesús y sus discípulos llegaron al pueblo de Cafarnaúm. Cuando ya estaban en la casa, él les preguntó: «¿De qué estaban hablando cuando venían por el camino?» Los discípulos no contestaron nada, porque habían estado discutiendo cuál de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce discípulos y les dijo: «Si alguno de ustedes quiere ser el más importante, deberá ocupar el último lugar y ser el servidor de todos los demás.» Luego llamó a un niño y lo puso frente a ellos. Lo tomó en sus brazos y les dijo: «Si ustedes aceptan a un niño como éste, me aceptan a mí. Y si me aceptan a mí, aceptan a Dios, que fue quien me envió.» Marcos 9:33-37 TLA.
El tema -cuál de ellos era el más importante- que venían discutiendo los discípulos del Señor Jesucristo antes de llegar a Cafarnaúm no está muy distante de una realidad por la que hoy atraviesa la Iglesia.
Cuando venimos a los pies del Señor lo hacemos para servir en humildad y mansedumbre al propósito que ÉL nos asigne, nunca para ser parte de jerarquización presumida por intereses humanos, como suele acontecer en la actualidad.
De ahí que, Jesús se sentó y a los doce les dijo: «Si alguno de ustedes quiere ser el más importante, deberá ocupar el último lugar y ser el servidor de todos los demás.».
Cristo no anda detrás de fomentar jerarquía para su reino ni de gente que busca un plan b, sino de personas que quieran rendirle con honestidad un servicio a todos.
La dimensión de lo importante desde la óptica que Jesucristo mira tiene otra connotación diferente a la perspectiva humana. El Señor se enmarca en propósito y edificación espirituales, y la visión terrenal observa y busca beneficios personales. «Yo no me fijo en las apariencias; yo me fijo en el corazón».» 1 Samuel 16:7 TLA.
El Señor desmontó el entramado de la jerarquización a través de un niño que puso frente a ellos. Esto tiene un enorme significado para la Iglesia, no es lo mismo un niño que un jerarca, en la niñez encontramos un pensamiento dócil, bonito , humilde , sin malicia , sin enojo , sin ninguna intención de hacer daño , entre otras cosas , pero el pensar y actuación de aquellos,as, que se anquilosan en la jerarquización es totalmente lo opuesto al accionar que genera la Niñez.«Si ustedes aceptan a un niño como este, me aceptan a mí. Y si me aceptan a mí, aceptan a Dios, que fue quien me envió.»».
El mandato De Dios es dar servicio a todos, contrario a la jerarquización que solamente buscan ellos ser servidos. «Entonces Jesús los llamó a todos y les dijo: «Ustedes saben que los que gobiernan a los pueblos se portan como sus amos, y que los grandes señores imponen su autoridad sobre esa gente. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, si alguno de ustedes quiere ser importante, tendrá que servir a los demás. Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos. Yo, el Hijo del hombre, lo hago así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para dar mi vida por la salvación de muchos.»» Mateo 20:25-28 TLA.
Maranatha . Dios te continúe bendiciendo.