El título de este salmo le da el contexto trágico a la súplica de David. David había pecado de muchas maneras delante de Dios, y su arrepentimiento llegó solo cuando el profeta Natan llegó hablar con él, e hizo que se diera cuenta lo equivocado que estaba, y David pudo reflexionar. Salmo 51:1-4
Vers. 1: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.“
PLEGARIA DE DAVID
David pide piedad ante Dios porque sabe que lo que hizo está mal. David sabía que no había justificación válida para lo que él hizo. él ya no buscaba justificarse, ahora quería el perdón y la misericordia de Dios.
Muchas veces buscamos justificarnos por nuestros actos, llegamos a las plantas de Dios y la mayoría de las veces culpamos al enemigo. Y si está claro que él envía las tentaciones pero, a nadie le puede obligar a hacer o no hacer algo, todos contamos con un libre albedrío.
Cuando nos equivocamos y pecamos, Dios no quiere que vayamos con excusas baratas, con justificaciones falsas. Él quiere que vayamos con un corazón arrepentido y humillado; que le digamos “falle, me equivoque” ; “fui débil, pero ayúdame a levantarme , no quiero quedarme en este lugar”.