El consejo que le puedo dar a los muchachos es que el turno empieza cuando sales de tu casa. Le dije a mi hijo hoy vamos a trabajar, hoy vamos para el campo de juego. Antes de abrir la puerta del estadio, ya debes estar programado con un plan para saber qué vas a hacer. Hay que estudiar, hay que meterse en el juego, pero también todos los días me sumerjo en el juego espiritual, me sumerjo en el Catch espiritual. (Manny Ramírez muestra una biblia) Esto hay que hacerlo todos los días para conocer al Señor. Si no te sumerges en el Catch espiritual, cuando llegue el juego, no verás los resultados. Es crucial tener disciplina. ¿En qué consiste esa disciplina? Todo se trata de repetición.
La disciplina va más allá de la práctica física. Es fundamental dedicar tiempo diario al Catch espiritual, alimentando tu conexión con el Señor. Esta disciplina es la clave para encontrar no solo éxito en el juego, sino también en la vida. La repetición constante en el Catch espiritual te fortalecerá en los momentos cruciales y te guiará en tu camino fuera del campo. Así que, recuerda, la verdadera preparación comienza mucho antes de abrir la puerta del estadio; comienza con la dedicación diaria al plan divino.
Además, quiero destacar la importancia de dar gracias a Dios en todo momento. Cada logro, cada oportunidad para avanzar en la vida, es un regalo divino. Agradezco a Dios por cada paso y por cada lección que aprendo. Reconocer la mano de Dios en mi vida me ha dado una perspectiva única, llena de gratitud y humildad.
La disciplina no solo se limita al juego y al estudio, sino también a la dedicación constante a las palabras de Dios. La Biblia es una guía valiosa que nos proporciona principios sólidos para vivir una vida plena. Al sumergirse en las Escrituras, cultivamos una disciplina espiritual que no solo nos beneficia en situaciones específicas, sino que también nos guía en nuestras interacciones diarias. La fuerza para resistir las adversidades y la sabiduría para tomar decisiones correctas provienen de esta disciplina espiritual arraigada en las enseñanzas divinas. Mantenernos fieles a las palabras de Dios es fundamental para construir no solo una carrera exitosa en el juego, sino también una vida plena y significativa fuera de él.